Hace algún tiempo se había dado a conocer que el uso de marihuana en el Festival Coachella estaba prohibido, debido a que el propietario del festival, Philip Anschutz, no estaba de acuerdo en el consumo de esta hierba; sin embargo, el juez Thomas A. Hendricks, argumentó que la prohibición por parte de los organizadores del festival no procedería, puesto que viola ‘el testamento y espíritu’ del espectáculo.
Ante la prohibición que provenía por parte de los directivos de Coachella, un grupo de poseedores de boletos se pronunciaron en contra de la decisión que prohibía el uso de cannabis en los terrenos del festival. El grupo que impugnó esta decisión fue dirigido por Jason Rutherford, un nativo de California y entusiasta de la hierba; Rutherford reunió a un grupo de varias docenas de asistentes e impugnó la prohibición en el sistema judicial regional de California.
Cabe destacar que el uso recreativo de la marihuana es legal en el estado de California desde el 1° de enero del 2018, por lo que la prohibición por parte del festival iba en contra de lo dictaminado por la ley. Sin embargo el festival tenía elementos para debatir lo que se pudiera definir, puesto que el lugar donde se lleva a cabo Coachella es un espacio privado.
“La ley es clara y dice: Como la marihuana ahora está ‘permitida por las leyes de California’, Coachella debe cumplir con esta directiva», concluyó el juez Hendricks; sin embargo Philip Anschutz, dijo que impugnará esta decisión debido a que “Coachella es un festival de música, no un espacio para arrojar humo donde quieras”. Al respecto el propietario de Coachella, Philip amenazó incluso con cancelar el festival si la ley no accede a prohibir el uso de esta hierba dentro de sus instalaciones.