Nota publicada originalmente 17 de julio de 2017
Chango, Orangután, Cocodrilo, Mamut, Charal, Ardilla, Piolín, todos tienen razones para usar sobrenombres. H2
Más allá de ser un zoológico radiofónico, los locutores populares dan resultados comerciales con los radioescuchas. Escuchemos de voz de los directivos de emisoras populares las razones de por qué usan apodos para ser identificados por los radioescuchas:
Jorge Arturo Quintero Rodríguez, directivo en Televisa Radio y actualmente Director de 98.1 Radio Estatal:
Querida Claudia, es una pregunta difícil y creo que se debe a que en el ambiente popular los sobrenombres, apodos y motes identifican más a las personas. Ejemplo: Es posible que a Jorge no lo identifiquen, pero si lo conocen como Chiquilla, así todos sabrán quien es. Creo que esto se inició en las redes sociales, en donde un nombre o cosa rara se identifica más fácil. Gracias por acordarte de mí.
Mike Castillo Presentador (host) Cada Mañana! En La Raza 95.7 FM (Minnesota, EU) y Director de La Mera Buena (Minnesota):
Querida, que bueno que me preguntaste esto, porque desde que llegué a los Estados Unidos NO ME LO EXPLICABA, porque en México, se hacían públicos, al aire, solo los motes de los operadores de consola, por ejemplo, algunos de Radio Centro: Shagui, El Toro, El Dandy, El Perro (mi compadre Sabás Molina, Q.E.P.D), pero, los de los locutores, no. Adolfo Fernández, La Coyota; Miguel Angel Lara Cortez, La Guajolota; Arturo Flores, El Indio; Víctor Manuel Barrios Mata, El Zorrillo, etc. Fíjate, preciosa, que mi teoría se fue consolidando a medida que fueron pasando los años y mi conclusión es que los locutores, hace casi 15 años que llegué, deciden ponerse apodos porque de alguna manera protegen su identidad privada, es decir, en caso de algún problema o situación «especial» o algún reporte por faltas de cortesía, ofensas al auditorio o infracciones, es más difícil o cuesta más trabajo identificarlos o localizarlos y después, como que se fue haciendo moda. ¿Tiene cierta lógica, no?
Antonio Vazbar productor y locutor de Radio Trece en Los Ángeles, California, Director de eskucharadio, creativo de La Pegadita:
Porque tienes que asociar a la gente que escucha este tipo de estaciones con el gusto popular; la mayoría de la gente de nivel popular se identifica entre sí por apodos: El Chango, El Mono, El Risas, etcétera. Obvio, tú tienes que asociar a este tipo de locutores con sus escuchas no por el nombre, sino por los apodos, para que los escuchas estén asociados con ellos y convencidos, para que sientan ese reflejo del apodo con la persona que ellos aspiran a ser. El oyente aspira a ser como El Chango, y a la vez, el escucha popular se siente parte de la confianza de quien como él tiene un sobrenombre.
Heriberto Vázquez, exdirector de abc Radio, Director de Bésame 9-40 XEQ Televisa Radio y Director de FM Globo:
El uso de los sobrenombres se ha hecho en los grupos de radio que lo han permitido, es claro que en Grupo Radio Centro no era una costumbre, en Grupo Fórmula desde que se permitieron nombres como El Peligroso en Radio AI lo hacían, entonces los grupos vocales se llamaron por motes de animales y Televisa Radio lo permitió: El Gigio, El Pato, El Charal, El Coyote, La Ardilla. El asunto del uso de nombres de animales fue una idea original de Gabriel Escamilla y al ver el éxito hicieron un grupo musical y al ser Televisa Radio una empresa tan grande, se marcó una moda. Así es que se trata de un modo que incluso se hace obligado para que te identifiques con la emisora, con el público. Así que hay que reconocer que fueron Gabriel y Laurentino Escamilla quienes lo aplicaron para La KeBuena y se ha identificado así como emisora líder y en todos los demás se siguió haciendo, pero la referencia se la debemos a ellos. Esto es muy reciente, de los años noventa, en los años ochenta aún no se usaba, aunque entre los locutores si nos poníamos sobrenombres. El asunto de los animales lo capitalizó perfectamente La KeBuena con los Escamilla. Siempre ha sido una constante en las emisoras populares, pero los Escamilla lo supieron capitalizar más que todos en La Kebuena.
