“La Taquilla” ameniza las mañanas en el cuadrante.
René Franco mantiene uno de los programas matutinos más longevos de la radio mexicana, “La Taquilla”, que se transmite a través de Grupo Radio Fórmula, además de conducir el programa “Es de Noche y Ya Llegué” para televisión. Platicamos con él sobre su carrera dentro la radio, entre otras cosas.
¿Recuerdas cuál fue tu primera aparición en radio?
Con el Dr. Bolavsky en “Despacio 59”, un nombre que hacía alusión a Espacio 59, que era el programa de Luis Gerardo Salas en Radio 590. Pero Bolavsky hizo un espacio amoroso, como de declaraciones de amor, que se llamaba “Despacio 59”, y me llevó como un “doctor especialista en el amor”. Yo estaba nerviosísimo porque fue la primera vez que hice radio.
¿Entre todas las cosas que haces ahora, qué espacio sigues dando a “La Taquilla”?
Siempre he dicho que escribir en un periódico es como tu mamá porque te obliga, te disciplina, te vuelve alguien que no puede equivocarse fácilmente; la televisión es como una noche loca de tragos y de locura porque todo ocurre muy rápido, sobre todo en la televisión abierta; pero la radio está ahí, te quiere, te da oportunidad, te permite hablar, te permite dar a conocer tus ideas, algo que a veces es muy difícil que suceda en otros medios.
¿Qué necesita hoy un locutor de radio para atreverse a hacer otras cosas fuera del confort que te da el micrófono?
Un locutor de radio puede ser muchas cosas, un locutor comercial o de cabina es diferente a un locutor de opinión.
Yo al final del día soy un personaje raro, a lo que me dedico es a hacer algo que desde hace muchos años se empezó a manifestar como lo que hoy claramente es la tendencia y lo que mejor funciona, que es el infotainment. Es decir, tú tienes una información y la entregas a la gente en forma de entretenimiento. Eso puede ser adaptado a distintos formatos, entre ellos radio o televisión o incluso el internet. En mi caso tengo intuición de periodismo y de comedia, lo cual me permite trabajar en una gran cantidad de formatos.
¿Qué opinas de la corrección política que vivimos hoy en día en medios de comunicación?
Estos no son tiempos de corrección política, son tiempos de una incorrección política exacerbada.
Pero de pronto hay ciertos grupos que ponen el grito en el cielo cuando se habla de determinados temas. ¿Eso no limita un poco el ejercicio del comunicador?
Todos esos grupos extremistas de la correctitud lo único que están haciendo es colaborar a que los gobiernos se sigan ocultando detrás de sus fechorías, porque en realidad son víctimas; por ejemplo los animalistas no son más que carne de cañón del Partido Verde, ellos le hicieron la agenda al partido Verde y pareciera que no se dieron cuenta de ello.
Ese tipo de correctitud política hay que intentar atacarla con algo que es el arma número uno que tenemos los comunicadores, que es el sentido del humor. El día que no se entienda que estás utilizando sátira, sarcasmo, que estás utilizando una opinión bufonesca para poder revelar una verdad detrás de la verdad, estamos perdidos.
¿Cuál piensas que ha sido el periodo más complicado en tu carrera?
¡Este es un periodo complicado en mi carrera!, todos son un periodo complicado en la carrera de alguien que se dedica a los medios. No hay ninguno que digas, “¡ah, qué tranquilo periodo!” No hay espacio para parar, siempre debes tener una tensión superficial.
¿Hubo una razón específica por la que hayas dejado de escribir en Milenio?
En Milenio yo escribía sin cobrar, fue una sección que yo le pedí a Susana Moscatel y la razón fue porque un diario de espectáculos quería que escribiera con ellos y me ofrecían pagarme, pero yo no quise que mi imagen de reportero de espectáculos estuviera ligada a ese diario porque yo manejo una postura muy diferente. Cuando vi que estaban insistiendo mucho para llevarme a una revista de ese tipo, yo le dije a Susana que me diera permiso de utilizar su sección para que vieran que yo ya estaba en un periódico y me dejaran de estar llamando. Quería que si alguien me iba a buscar para escribir, no fuera una revista de chismes.
¿Qué hay de malo con las revistas de espectáculos?
Tiene más de 10 años que no utilizo las revistas de espectáculos que salen los martes como fuente. No necesito la información que sale de ahí. Creo que la información que sale ahí es muy efímera y no tiene un seguimiento real. Generar 40 notas escandalosas a la semana hace que la gente te compre, pero no te hace hacer periodismo. Lo que se publica en esas revistas no es periodismo, es fotonovela. Simplemente inventan notas sobre las fotografías que consiguen sin investigar la verdadera historia detrás de ellas. Ahora, el medio del espectáculo no está mal, es divertido, no quiero decir que todo está mal o que “yo soy aquel”, simplemente es demasiado. Creo que alguien debe intentar hacer hoy en día al menos un poco de periodismo en ese mundo, aunque sea un poquito.
¿Recuerdas alguno de tus héroes de la radio en tu juventud, alguien a quien siguieras?
A Luis Gerardo Salas.
