En el restaurante
– ¿Y como quiere el señor sus huevos?
– Pues… con toda mi alma.
Claro, te entiendo
-Mi novia me dejó, y para colmo, se fue con mi mejor amigo.
-Te entiendo perfectamente.
-¿Te pasó a ti lo mismo?
-No, pero hablo castellano.
El oftalmólogo me llama
Tengo tres llamadas perdidas de mi oftalmólogo…
El de ver me llama.
De alquiler
– Y vendes el piso?
– Alquilo.
– Y cuanto pesa?
Aceptas?
– La aceptas como esposa en la salud, en la enfermedad, en la riqueza
y en la pobreza hasta que la muerte os separe?
– Sí, no, si, no, no.