El oftalmólogo me llama
Tengo tres llamadas perdidas de mi oftalmólogo…
El de ver me llama.
De alquiler
– Y vendes el piso?
– Alquilo.
– Y cuanto pesa?
Aceptas?
– La aceptas como esposa en la salud, en la enfermedad, en la riqueza
y en la pobreza hasta que la muerte os separe?
– Sí, no, si, no, no.
Son cosas de niños
– ¡Oiga, su hijo le ha sacado la lengua al mío!
– Bueno, eso son cosas de críos.
– ¡Sí, pero es que no podemos cortar la hemorragia!
Tinta china
– Mamá, mamá… ¿Cuesta mucho dinero un bote de tinta china?
– No hijo mío, es barata, no te preocupes.
– ¡Que bien! Porqué se me derramó un bote de tinta sobre tu vestido nuevo.