A veces hasta al mejor vendedor se le cae la venta, y eso es algo que nadie quiere. En ocasiones la culpa la tiene el cliente al no saber qué quiere o, en su defecto, ninguno de los 2 lados sabe cómo atender las necesidades del otro.
Por esa razón te presentamos unos tips que le servirán a tu vendedor para que no pierda esa preciada venta.
– Lo primero es que tus vendedores no supongan. En esta clase de conversaciones, el vendedor suele caer en suposiciones de actitudes o posturas. Eso evita que tengan la mente clara en su objetivo. En otras palabras, se ponen a la defensiva en automático.
– En segundo lugar, tus vendedores deben ser como el viejo dicho: “es de sabios cambiar de opinión”. Tus vendedores van con la idea de que son expertos, sin embargo, deben ser capaces de moldear su manera de pensar y tener la mente abierta. Los clientes son especialistas en probar estrategias nuevas que han funcionado con otras marcas y por eso las quieren atacar.
– En tercer lugar, es importante que escuchen todo el tiempo las necesidades del cliente. El primer trabajo del vendedor es dar un servicio y por falta de atención ofrece todo lo que la otra parte no desea.
– En cuarto puesto, pero no menos importante, está el tema de la mirada. Que miren siempre a los ojos del cliente y muestren interés. No deben desviar un centímetro la mirada, si lo hacen, no habrá confianza entre las 2 partes o el cliente puede pensar que no se le está prestando atención.
– Para finalizar piensa en el cierre. El compromiso final es el que hará que el dinero llegue. No deben quedar cabos sueltos. A final de cuentas establecer los acuerdos debe ser la meta para que los proyectos se concreten.
No importa qué tan difícil sea una conversación, un vendedor cuenta con la habilidad para resolver las inquietudes y necesidades del cliente. Así, todos serán ganadores.