Los últimos álbumes que lancen los artistas ya no estarán disponibles para los 50 millones de usuarios que no pagan una suscripción, pero eso sí, consumen anuncios mientras usan la plataforma.
Spotify llegó a esta nueva norma después de cerrar nuevos acuerdos con algunas de las disqueras más grandes del mundo para que su contenido esté disponible sólo para los usuarios Premium.
Ésta, en realidad, no es una decisión controvertida, ya que la base de usuarios de Spotify pagados es mucho más grande si la comparamos directamente con los servicios de Apple o Google.
A final de cuentas, el objetivo de las disqueras es incentivar la venta digital o física de discos para que los usuarios que sólo rentan no mermen el negocio.
