Francisco Gabilondo Soler (Cri-Cri) fue uno de los compositores mexicanos más entrañables y el único que dedicó su carrera exclusivamente al público infantil. Sin duda, también fue un hito para la manera de hacer radio, pues sus canciones narrativas promovieron el desarrollo de efectos radiofónicos que complementaran lo que se decía en las canciones, explorando el lado creativo de la transmisión radial.
El gran valor de sus canciones proviene de sus ingeniosas letras, pero también de una combinación de influencias musicales que van desde los ritmos mexicanos como el ranchero y el huapango hasta las fusiones de ritmos afrocubanas que llegaron al puerto de Orizaba.
Jorge Gabilondo, hijo del compositor, fue el encargado de relatar la fuerte relación de Cri-Cri con la cultura cubana. Además, señaló que Gabilondo tuvo la oportunidad de tener contacto directo con la música de la isla durante su estancia en 1948; tres meses en los que trabajo en Radio Suaritos y, además transmitía desde ahí el programa que dirigió en México desde 1934 hasta la década de los sesenta.
La organización del festival le entregó a Jorge Gabilondo un álbum de Omara Portuondo interpretando algunas canciones de su papá y realizado en Cuba a través del sello a Bis Music.
Finalmente, Jorge Gabilondo señaló que la música de Cri-Cri seguirá viva gracias al interés de los cantantes para interpretar sus canciones.
