Así, sin pudor, señaló al sitio El Debate que la producción del famoso programa lleva a cabo métodos fraudulentos para que ciertos participantes lleguen a la final, manipulación que incluso ha involucrado a los coaches.
Jiménez señala que durante la temporada en la que él participó, los únicos que no cedieron a las presiones de la producción fueron Ricky Martin y Laura Pausini, los cuales defendieron a capa y espada a cada uno de los miembros de sus equipos.
Este no es el primer escándalo que rodea a la producción de La Voz México y tampoco es la primera vez que se habla de procesos amañados dentro del reality. El año pasado, Alejandro Sanz señaló favoritismos durante el tiempo que estuvo como coach, y que el reality se enfocaba más en el sensacionalismo que en la verdadera búsqueda del talento musical.