Mis chiquititos adorados, ¿cómo están? Yo aquí, recuperándome de la posadita que armó la fundación de mi amiguísima Rebecca de Alba, ¡agarramos un fiestón! qué pa’ qué les digo, no me vuelven a hablar en la vida, pero bueno, eso se queda en la fiesta.
¿Qué les cuento? Ahí, entre villancicos y baile y empinada de codo, mi Rebe chula me contó que van a armar una serie sobre Raúl Velasco, quien estuviera por años al frente de la emisión dominical “Siempre en Domingo”. ¡Cómo olvidarlo! si ahí me daba mis taquedas viendo al Chayanne y al Ricky Martin.
La neta es que mi condenada güereja no quiso soltar el chisme completo, le brillaban los ojitos nomás de mencionarlo, y cómo no, si Raulito fue alguien muy especial en la vida de mi comadre querida, y la mera verdad ya es hora de que alguien le haga justicia a semejante personaje, responsable de dar a la música un brillo que nunca ha podido recuperar, ¿O no corazones?
Y es que nomás de pensar en la lista de artistas que le deben un nombre o su carrera me hago pelotas, sería cuento de nunca acabar, aunque nuestro Raulito querido tuvo de todo, porque de que regañaba a artistas y cantantes, los regañaba, pero era parte del show y la polémica. Pero bueno, pero volviendo al tema, mi Becky se veía hermosa, y yo me sentí súper orgullosa de ella, pues estaba más digna que nunca después de que reveló un oscuro dato de su pasado: el bebito que ella y Ricky Martin perdieron hace unos años, cuando fueron novios. Tristísimo ¿verdad? Pero mis respetos para ella, y no se me acongojen preciosuras, no hay fijón, la güera está en paz y no hace más que brillar.
Pues nada más vidas adoradas, ya fue mucho chisme, yo mejor los dejó que tengo mucho que hacer. Se me cuidan y siempre caminen en la sombrita. ¡Besooooos!
