¡Escala las montañas más altas… sin piernas!
A los 15 años Benjamín perdió sus extremidades, pero lejos de rendirse ahora irá a África ¡a subir el Kilimanjaro!
Dos maderas que funcionan como agarraderas para evitar lastimarse las manos y un forro de tapicería que coloca encima de su pantalón para que éste no se desgaste, es el equipo improvisado que usa Benjamín Coronado para subir y bajar diariamente el empedrado Cerro de la Cruz, en Tizayuca, Hidalgo.
Todo pasó cuando ayudaba a mis abuelitos a limpiar su segadora, una máquina que se usa para la cosecha de trigo y avena. Di una patada y mis pies se atoraron; cuando me di cuenta ya no los pude sacar».
Hasta hace 3 meses, Benjamín no imaginaba que podía practicar un deporte, y menos viajar fuera de México.
“La verdad es que al saber que había perdido las piernas, sí me deprimí y llegué a pensar en el suicidio. No podía moverme en la silla de ruedas, pero salí adelante y ahora tengo mi tapicería y hasta manejo mi camionetita automática; sólo utilizo un palo para apoyarme del acelerador”.
