La tecnología detrás de las criptodivisas podría ser una solución para casi todos los engranajes de la industria.
El prestigioso sitio de tecnología TechCrunch ha publicado un interesante artículo en el que asegura que, por fin, la tecnología podría ser capaz de proveer una solución a la distribución de música grabada, y esta sería el uso de blockchain, la tecnología que soporta y proporciona seguridad a las criptodivisas, como bitcoin.
A grandes rasgos, la principal característica de las divisas digitales es que están respaldadas por una cadena de bloques de información que se resguardan en miles de computadoras, y cuyo contenido sólo puede ser modificado a partir del consenso de la mayoría de los participantes del sistema.
En el caso de su aplicación en la música, cada canción podría ser publicada con una ID y tiempo de estampado de una manera que resulta prácticamente inalterables, lo que elimina el problema del download ilegal. Al mismo tiempo, cada disco puede almacenar datos de derechos y propiedad que garantizarían que sólo la gente correcta reciba un pago por el uso de su contenido.
Por otra parte, la monetización de la música se haría en un tiempo mucho más corto, porque pueden utilizarse criptodivisas para pagar por la música.
Pero el detalle que no gustará a la industria discográfica es que esto puede crear una relación directa entre creador y consumidor, pues no necesitarán un distribuidor de su música, y podrán recibir el pago de manera directa cada vez que su música es tocada o comprada.
Hoy en día, documenta TechCrunch, compañías como PeerTracks ya permiten a sus artistas reclamar el 90% del total de sus ventas de manera instantánea, contra el aproximadamente 15% que reciben por otros medios. Aunque se asegura que, a final de cuentas, “un sistema transparente podría generar muchos más ingresos y crear más oportunidades de las que actualmente destruye”.
A final de cuentas, la industria del disco sabrá adaptarse –como siempre lo ha hecho– a un nuevo cambio tecnológico.
Pilar Ortega
