VENTRILOCUO
Un ventrílocuo un día de mucho calor recorre un pueblo. Y al pasar por una casa de campo, se detiene a pedir un vaso de agua. El dueño, un hombre robusto y aún joven, le invita a pasar a la cocina. -Muchas gracias y disculpe la molestia; pero me gustaría hacerle dos preguntas: ¿usted vive solo?; ¿y es que no tiene esposa? -Sí, vivo solo. ¡Pero nom e hable de mujeres, ya que he tenido tan malas experiencias. A la noche estoy tan cansado que caigo en la cama cansado. No las necesito, ¡de verdad! Le acompaña el dueño hasta la salida de la casa de campo. Por el camino el ventrílocuo le gasta unas bromas hablando con el caballo.
-¿Cómo te va, amigo? -Hace demasiado calor para la faena diaria -contesta el animal. -¿Cómo… es que usted sabe hablar con los animales? -pregunta el sorprendido campesino. Siguen y se encuentran con una vaca. -¡Cómo me alegra verle en nuestro pueblo! -saluda el animal. El campesino sigue atónito ante cada diálogo. Pero cuando aparece la cabra y se escucha: «¡qué linda cabra!», el hombre grita: -¡No hable con esa chismosa: seguro que es capaz de contarle hasta cuantas veces me cambio de calzoncillos y la mala puntería que tengo con un instrumento!
MONOS
El embalador le pregunta a la señora que le ha llevado a dos monos para que los meta en una jaula para facturarlos. -¿Los quiere montados? Y ella, distraída, contesta: -No, sólo que se estrechen la mano.
PAREJAS
La joven esposa está indignada con el maduro marido durante la noche de bodas. -¡Yo a ti empiezo a no comprenderte! -explota muy encolerizada-. Durante las pruebas realizadas durante esta semana, especialmente antes de ayer, ayer y esta misma mañana, has funcionado de maravilla; entonces, ¿por qué te has quedado sin gas en este preciso momento?
MATRIMONIO
El viajante de comercio está a punto de marcharse una vez más. -¡Qué vida esta, querida: siempre de aquí para allá, y cada noche en una cama diferente! Y la mujer se le une pesarosa: -¡A quién se los vas a decir, cariño, a quién se lo vas a decir… !
NOVICIA
La madre superiora estaba mosqueada con el comportamiento de una novicia, que todas las noches se iba a su celda con una palangana de agua. Una noche decidió espiarla, miró por el ojo de la cerradura, y encontró a la novicia en pelotas, lavándose, y decía: -¡Toma, toma! Hambre pasaras, pero lo que es sed…
CURAS
Dos curas charlan en una iglesia. -¿Tú crees que antes de morirnos veremos curas casados? -No. Nosotros no, pero seguramente que los verán nuestros hijos.