PERFUME
Un oficial y un marinero se encuentran en la barbería. El peluquero le pregunta al oficial si le tiene que perfumar; pero éste le contesta. -No, porque mi mujer dirá que he estado en una casa de citas. Más tarde, el peluquero hace la misma pregunta al marinero. Y éste contesta muy seguro: -A mí puede perfumarme, amigo, ¡porque mi mujer no sabe qué perfume hay en las casas de citas!
PACIENTE
-Colega, ¿cómo está el paciente de la habitación 507? -Evoluciona favorablemente. Creo que si no se presentan complicaciones, mañana mismo podré hacerle la autopsia.
EN EL HOSPITAL
Entra una señora desesperada al hospital, entonces ve al médico y le pregunta asustada: -Doctor, soy la esposa del hombre que trajeron hace un momento, al que atropelló una combi, dígame por favor la verdad, ¿cómo está? -Señora, le comunico que su esposo de la cintura para abajo no tiene ni un rasguño. -¿Y de la cintura para arriba? ¿Cómo está? ¡Dígame! -Bueno, eso todavía no le puedo decir, porque todavía no me lo han traído.
PAREJA
Marido: -Era un idiota cuando me casé contigo. Esposa: -Es verdad, pero yo era demasiado vanidosa para darme cuenta.
MEMORIA
María y Esteban llevan casados desde hace veinte años. Después de una velada en la ciudad, regresan a casa. Ella se viste con un nuevo y transparente camisón, y él se pone un pijama de seda. Los dos se van a la cama. Después de una hora de permanecer echados, en silencio, uno junto al otro, María pregunta: -Esteban, ¿ni siquiera consigues recordar cómo se hacía … ?
EL REGALO
Un viejo se casa con una espléndida muchacha, y su hermano le envía una escopeta como regalo de bodas. Creyendo que es un error, ya que no le gusta la caza, el viejo esposo va a cambiarla por un reloj de plata. Después cuenta el hecho a su hermano, recalcando: -El reloj me será muy útil: sabré cuando he de abrir el negocio por la mañana, y cuando debo cerrarlo para correr a casa, juntoa mi bellísima mujercita. Su hermano concluye: -Y cuando llegues a casa y te encuentres a tu mujer con otro, podrás sacar el reloj y decirles: «se acabó vuestro tiempo de diversión»