Chistes

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    EL PAPA
    Un Papa muere y San Pedro no le quiere permitir la entrada en el cielo. El Papa furioso pide hablar con Dios. Pero Dios no recuerda quien es el Papa hasta que de pronto se da un golpe en la cabeza y dice: -¡Ahora recuerdo! El pequeño negocio que montamos en Roma, ¿todavía sigue funcionando? ¡Bueno bueno! Déjalo pasar Pedro, déjalo pasar, pero antes cierra la caja fuerte.

    ESTORNUDO GALLEGO
    En un hospital informan de que uno de los pacientes gallegos ha tomado tal cantidad de antibióticos que al estornudar todos los enfermos se aliviaron.

    LEÑA
    La profesora de deporte dice a un alumno: -Estás pálido y debilucho, deberías hacer un poco de ejercicio. -Si lo hago diariamente. -¿Ah sí? -Sí, parto la leña por las tardes. -¿Cómo que partes leña? -Bueno, en realidad son unos cuantos palillos después de comer.

    GENIO
    Estaban Bin-Laden y Bush caminando por el desierto, se encuentran una lámpara mágica y la frotan. Un genio sale y dice que les concede 1 deseo a cada uno. Bin -Laden pide una muralla impenetrable alrededor de todo Afganistán. Bush pregunta: -Genio, descríbame esa muralla. -Bueno, es 15 kilómetros de alta y 3 de gruesa. Bush piensa por un segundo y dice: – Llénela de agua.

    BILLETES
    En un avión está Obama, Putin y Merkel. Obama dice: yo tiraré un billete de 20 dólares para hacer feliz a una familia. Luego dice Putin: -Yo tiraré dos billetes de 10 dólares para hacer feliz a 2 familias. Luego Merkel: -Yo tiraré 4 billetes de 5 dólares para hacer feliz a cuatro familias. Luego dice el piloto: -¿Por qué no se tiran ustedes 3 para hacer feliz a todo el mundo?

    AMOR
    -Esos dos si que se aman locamente. -Claro, se conocieron en un manicomio.

    AGUA
    -Oye papá. ¿Es verdad que los humanos tenemos casi el sesenta por ciento de agua en el cuerpo? -Así es. -Pues entonces llama a mamá, porque el bebé se le ha salido todo el agua y ha empapado la cuna.

    POLICIAS
    -¿Qué pasó con el ladrón oficial, lo encontró? -Sí, jefe, lo encontré precisamente robando a otro señor. -¡Le felicito! ¿Y dónde está ese pillo? -Lo dejé donde lo encontré. -¿Por qué no lo trajo arrestado? -Porque usted me dijo que tenía que encontrarlo, no traerlo.

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