Durante los últimos años, han surgido grupos de personas que manifiestan estar en contra sobre algunas cosas que se dicen en la radio, esto porque lo consideran ofensivo. Seguramente has escuchado hablar de la ‘Generación de cristal’, apodada así por los mismísimos Baby Boomers y Generación X, haciendo referencia a los Millennials y la Gen Z, lo cuales, según los primeros dos mencionados “se ofenden por todo”.
En contraparte, los Millennials y la Gen Z han contraatacado la idea anterior, argumentando que realmente no es que se ofendan por todo, sino que durante muchos años algunos tipos de violencia se vieron normalizados por los Boomers y la Generación X, quienes pudieron estar acostumbrados a vivir en medio de agresiones. Personalmente considero que esta es una excelente explicación.
Afortunada o desafortunadamente (dependiendo la opinión de cada persona), este discurso ha alcanzado a la radio, por lo que ahora, múltiples locutores de nuestro medio, han sido despedidos de sus trabajos por algunos comentarios lanzados. La mayoría de las ocasiones, estas declaraciones emitidas han vulnerado derechos humanos, por lo que las compañías han hecho bien al remover a los comunicadores, sin embargo, en otros momentos de crisis, las empresas de radiodifusión han corrido a sus colaboradores, por presión social, para no quedar en el ojo público como compañías irresponsables.
En la radio estadounidense y los medios en general, fue en 2004 que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) empezó a poner más cuidado en lo que se decía o presentaba, esto derivado de la presentación en el Super Bowl en donde Justin Timberlake hizo que Janet Jackson enseñara el pezón mientras ambos estaban en el escenario. En ese momento algunos grandes shows o locutores de radio empezaron a recibir amonestaciones por lo que se decía al aire, tales como Howard Stern, Drew & Mike, etc.
Actualmente no significa que todos los locutores deban callar lo que opinan, sin embargo, es importante mencionar que ahora vivimos en medio de una sociedad más consciente, que no tiene por qué soportar violencia o discursos que promueven el odio, sólo porque así lo piensa el locutor. Alguna vez escuché una frase que decía: “Si tu opinión vulnera los derechos de otros, entonces no es opinión, es un discurso que promueve el odio”, por lo cual será mejor no decirlo.
Acuérdate que en tu cabeza podrás tener muchos pensamientos negativos o positivos de un tema en específico, sin embargo, en la radio de hoy debes motivar a que las personas sean más conscientes sobre cómo conciben el mundo, a la tolerancia y a la diversidad en todos aspectos. Los locutores intolerantes, o violentos podrán tener un segmento de seguidores, pero, al final la tendencia del mundo nos habla de la inclusión, por lo que pronto sus ideas y su locución podrían caer en desuso.
Recientemente en un estudio realizado por Jacobs Media a 600 locutores, se les preguntó qué tan de acuerdo estaban con la siguiente afirmación: “Me preocupa cubrir temas que pueden ofender a ciertos segmentos de la audiencia de mi emisora”, el 65% estuvo de acuerdo, el 19% no estuvo de acuerdo y el 14% se mantuvo neutral.
De cierto modo ese 65% de locutores ya son más conscientes de sus palabras y cómo estas podrían afectar a otros, sin embargo, el 33% aún considera que este tema podría no ser relevante. ¡Ojo ahí!
¿Tus oyentes realmente te tienen confianza o eres conocido como un locutor que va despotricando contra todo lo que se les pone enfrente?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Fred Jacobs a través de jacobsmedia.com