En el mundo de la radiodifusión, los involucrados tenemos a tenerle un miedo constante al silencio, ya que siempre buscamos que haya música, o que el locutor esté diciendo algo, aunque esto pueda ser absurdo porque se han terminado las charlas para conversar con el radioescucha.
El día de hoy en este artículo queremos contarte que el silencio planificado no es tan malo como parece, sin embargo justamente por eso se utiliza la palabra ‘planificado’, pues este espacio en blanco no debe ser fruto de cuando ya no se halla qué hacer al aire, o no debe mostrar que las ideas se han terminado.
Ten en cuenta que una de las herramientas más efectivas de la comunicación, es el silencio; este refleja que algo importante está a punto de suceder (suspenso), o simplemente muestra que le estás dando tiempo a tu radioescucha de asimilar lo que acabas de decir. Por ejemplo, si acabas de dar la noticia de una muerte de un personaje muy famoso y querido, este recurso te será bastante útil.
Por otro lado, este recurso es esencial en las entrevistas de radio, y más cuando estas son periodísticas hacia personajes políticos. En este caso el silencio es un arma intimidante y obliga a que tu entrevistado hable, al sentir que de pronto estás esperando una respuesta de su parte. Recientemente en este tema me he puesto a analizar a algunos periodistas, como Carmen Aristegui, y me he dado cuenta que cuando desea acorralar a algún personaje que tiene un escándalo público, simplemente se queda callada, lo cual provoca incomodidad en los invitados y esto hace que hablen.
El silencio ayuda a que tus ideas realmente sean comprendidas. ¿Qué pasa cuando un radioescucha sólo oye palabras y más palabras? En el momento en que se aburra, pasarás definitivamente a ser parte de su sonido de fondo mientras realiza otras actividades. Sin embargo, el quedarse callado, ayuda a ir retomando la atención de tu público cada determinado tiempo, ayudando a la comprensión de lo que se dice.
Resulta realmente importante que durante tus pequeños silencios, vayas utilizando señas con tu equipo de producción, para que no piensen que de la nada te quedaste sin ideas o en blanco, y no vayan a poner música o mandar a corte de manera imprevista. Antes de entrar al aire, acuerda con ellos que ahora esta herramienta estará presente como una forma de ir moldeando las habilidades de narración.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Tracy Johnson a través de tjohnsonmediagroup.com