– Mami, aquí está mi boleta de calificaciones.
– ¿Qué? ¡Estas calificaciones merecen una golpiza!
– ¿Verdad que sí mamá? ¡Vamos, yo sé dónde vive la maestra
– Papá ¡Los zancudos no me dejan dormir, me están picando!
– Apaga la luz y duerme.
El niño apaga la luz y de pronto entra una luciérnaga
– ¡Papá ahora me están buscando con una linterna!
– Mamá, mamá, ¿los frijoles tienen hierro?
– Sí, hijo, ¿por qué?
– ¡Con razón mis calzones están todos oxidados!
– Papá, papá, ¿qué es robar?
– Calla y sigue corriendo.
– Papá, ¿te gusta la fruta asada?
– Sí hijo, me gusta mucho.
– Pues estás de suerte, porque el huerto se está quemando.