Joyería con ADN de seres queridos fallecidos lo último en la moda
La tecnología genética en las pompas fúnebres ha llegado con éxito a Austria en forma de joyas únicas confeccionadas con el ADN de seres queridos fallecidos, un recuerdo que mantiene para siempre la esencia de los que se han ido. Además de joyas, el ADN se puede preservar en cápsulas que lo mantienen intacto durante 300 años, o plasmar su secuencia en un decorativo cuadro.