Su historia con la radio comenzó de forma casi accidental.
Nuestra entrevistada hacía Relaciones Públicas para la BBC y un día, trabajando en la revista Algarabía, comenzó su relación con la radio, ya que la publicación realizaba podcasts y presentaba los artículos principales en estaciones como Radio Ibero. Posteriormente, la talentosa chica comenzó a trabajar con personajes importantes de la radio como Martha Debayle y Fernanda Tapia, como coordinadora de contenidos.
Aprendí un poco de todo, que a pesar de que no te guste un programa, el reto de producción es alto. Eran unas jodas intensas pero gratificantes. W Radio fue mi escuela.
¿Además de productora y coordinadora, qué hacías?
De todo. A veces me pedían que grabara voces para marcas, ahí tuve el contacto con el rollo de comunicación corporativa. En W Radio tuve la oportunidad de experimentar la radio en 360 grados: Locución, generación de contenidos, manejo de invitados, entrar al aire y, claro, esa parte de la locución.
Luego estuviste con Fernanda Tapia…
Sí, y fue un rollo bien diferente. Con Fer era un noticiario, y ella era más alivianada que Martha. Ahí entendí que era importante hacer las cosas con mucho tiempo de antelación, a Martha nadie le decía que no, pero con Fer Tapia no todo mundo quiere ir a hablar.
¿Por qué era complicado trabajar con Debayle?
Es que mucha gente tiene una impresión de ella, pero en mi experiencia personal es que cuando crees que no lo puedes hacer mejor, ella te dice que sí, y lo aprendes porque lo aprendes. Es complicado en ese sentido, nunca hay una zona de confort, pero finalmente es un gran aprendizaje, así aprendes a tener control de calidad. ¡Yo era la nueva Emily de El Diablo Viste a la Moda! trabajar con ella es descubrir que tienes límites físicos y emocionales que no sabías. Con Fernanda Tapia ya era otra cosa, era pura reacción a la coyuntura.
¿Cuál es la ventaja de ser productor de radio?
Como productor finalmente eres quien mueve los hilos, tienes el control de qué dicen y qué no dicen.
Actualmente emigraste a las plataformas digitales…
Ahora trabajo en una plataforma digital llamada Sapiensbox, por invitación de Enrique Hernández Alcázar, conductor de “El Weso”, a quien conocí en W Radio. La idea es generar análisis de contexto, es un medio de información y generadora de contenidos que lo que hace es dar contextos. En marzo arrancó la web y recientemente se comenzaron a lanzar los podcasts con toda la estructura que implica hacer radio por internet.
¿Tú crees que hay límites en cuanto la libertad de expresión en la radio?
Claro, todos tenemos derecho a equivocarnos, eso sí, pero que hay casos en particular donde los locutores hablan aceleradamente, sin pensar. El tener un micrófono es una responsabilidad ante los escuchas.
¿La producción no tiene que ver ahí algo?
Sí. Cuando sale uno de esos asnos a decir barbaridades, lo que yo me pregunto es dónde está todo el equipo de producción detrás de ellos. Se entiende que a veces se tiene poco control con lo que dice el locutor, es difícil si cada quien en lo cotidiano se cuida lo que se dice. Mientras la gente está hablando en la radio hay cosas que el auditorio no ve, le están pasando guiones, escaleta, notas, etc. La gente de producción debe cuidar eso, decirle al locutor “ estás atrás del micrófono, tienes el control, pero no digas esto, te van a linchar”.