Nuestro medio de comunicación favorito -a pesar de los cambios tecnológicos y de hábitos de la población- sigue teniendo buena salud y ha sabido sobrevivir a los embates de la modernidad. Sin embargo, debemos estar atentos a las amenazas actuales de la Radio para conservar el lugar de privilegio que mantiene en el gusto de su audiencia.
Desde su creación, la permanencia de la Radio ha tenido varias amenazas. En 1953 apareció la televisión. Muchos pensaron que juntar el audio con imágenes iba a acabar con la Radio. Obviamente, no sucedió. Más adelante, a finales de los años 60, llegó el casete. Ahora la gente podía grabar sus canciones favoritas y llevarlas a donde quisiera. Los casetes desaparecieron, y la Radio siguió su marcha.
En 1973 llegaron los cartuchos de 8 pistas, con un excelente sonido, para inundar de música el terreno sagrado de la Radio: los carros. Esa tecnología también desapareció, y la Radio continuó tan campante como Johnnie Walker.
La primera canción que presentó MTV, el 1º de agosto de 1981, decía que el video había matado a la estrella de Radio. Hoy MTV no hace honor a sus siglas (Music TV), es un canal de realities, y ha perdido todo su poder de influencia entre la gente joven.
El hecho es que hoy en día, a pesar de la llegada de internet, las descargas musicales y los servicios de streaming, la Radio sigue teniendo un gran alcance en los Estados Unidos: el 93% de su población escucha radio a la semana. En países como España, Inglaterra y Colombia, por sólo mencionar algunos, la Radio sigue teniendo grandes niveles de audiencia.
Todos los días encontramos noticias acerca del gran crecimiento de servicios como Pandora, Spotify, Deezer, Apple Music y similares, lo que haría pensar que esas son las únicas preocupaciones actuales de los grandes ejecutivos de la industria. Sin embargo, existen otras amenazas que podrían dañar el medio al que tanto le debemos.
Estas son esas amenazas actuales de la Radio:
- Aplicaciones de tráfico y temperatura
Mucha gente prende el radio para saber qué clima lo espera en la ruta y cómo estarán las aglomeraciones de tránsito. Sin embargo, cada día hay más gente usando herramientas como Waze y Google Maps, y la predicción del estado del tiempo ya viene cargada prácticamente en todos los dispositivos inteligentes. A medida que la gente se vaya habituando a estas aplicaciones dentro de sus carros, la radio se verá más y más amenazada.
- El tablero de instrumentos computarizado
No hace mucho tiempo que los tableros de los carros sólo traían la información esencial: la velocidad, las revoluciones del motor, la temperatura del motor y el aceite, el medidor de combustible y un radio. Sin embargo, hoy en día, esos tableros de instrumentos se van convirtiendo cada vez más en verdaderos centros de entretenimiento. Y ya veremos lo que va a pasar cuando lleguen los carros autónomos, esos que se conducen por sí mismos sin necesidad de un chofer. Así como la televisión sacó del dormitorio a la Radio, estos sistemas de entretenimiento podrían sacarla del carro.
- Los carros equipados con Wi-Fi
Gracias a la banda ancha incorporada en los carros, sus conductores y pasajeros podrán sintonizar tranquilamente servicios de streaming. Esto hará que la gente tenga más acceso a la música que quiera oír sin tomarse la molestia actual de tratar de conectar sus equipos de Bluetooth. Es sólo cuestión de tiempo para que todos los carros traigan Wi-Fi instalado de fábrica.
- Los Podcasts
Estas ‘audiocápsulas’ son una nueva forma de hacer Radio. La gente puede escoger entre infinidad de temas para escuchar tranquilamente en sus carros a la hora que deseen. Ya no hay que esperar a que pasen un programa en una hora en particular, ya que sólo hay que descargarlo o escucharlo directamente en su portal cuando lo desee. Actualmente, y de acuerdo con un estudio revelado en junio por la IAB, unos 67 millones de estadounidenses escuchan Podcasts al mes, y la tendencia es a crecer cada vez más, lo que probablemente le quitará audiencia, por ejemplo, a la Radio Hablada.
Otras amenazas
Pero aunque estas amenazas tecnológicas son imposibles de frenar y no tenemos ningún control sobre ellas, hay otras que sí podemos evitar aplicando mucha disciplina y decisión:
- La satelización y la automatización
La ventaja más grande de la Radio, en comparación con los otros medios tradicionales, es su localía. Cuando uno escucha Radio, se siente conectado con su comunidad. Sin embargo, cada vez es más común que los grandes conglomerados de medios conecten sus estaciones vía satélite, I. P., o automaticen sus estaciones con una programación «enlatada», incluso con locutores encerrados en un estudio no se sabe dónde, grabando locuciones para todas las emisoras de la cadena. Al perder esa conexión local, la Radio comienza a parecerse más a esos sistemas de streaming contra los que compite actualmente, llevando todas las de perder.
- Locutores que hablan sin parar
La Radio comparte tiempo de entretenimiento con las redes sociales y los servicios de streaming de audio. Cuando la gente sintoniza la Radio quiere escuchar sus canciones favoritas presentadas por locutores que brinden entretenimiento, información y diversión, pero todo en la medida justa. Si el oyente se aburre con un locutor que no dice nada interesante, o que habla demasiado, se va a buscar su música a las otras plataformas. Y no volverá.
- Tandas de comerciales demasiado grandes
Es cierto que actualmente los servicios de streaming de música y los Podcasts no cuentan con muchos comerciales. Sin embargo, lo más probable es que esto cambie a medida que se popularicen y los grandes anunciantes quieran pasar allí su pauta publicitaria. Pero mientras eso sucede, la Radio debe repensar su forma de comercializar sus emisoras, reducir la duración de sus tandas comerciales y mejorar la producción de las cuñas. Recordemos que a la gente no necesariamente le molestan los comerciales. En ellos encuentran información de interés acerca de rebajas de precios, nuevos lugares de compras, promociones, tendencias que llegan y servicios que seguramente necesitan. Pero todo debe ir en su justa medida y con excelente producción.
- La Payola
Incluyo esta práctica porque es cada vez más común en muchos mercados radiofónicos. La gente no es tonta, y sabe perfectamente qué le gusta y qué nó. Si alguien sintoniza su radio y escucha canciones malas, se va a otras plataformas, donde puede escuchar sus canciones favoritas. Esa práctica de los Programadores de recibir dinero y otras prebendas por debajo de la mesa, si bien en este momento puede representar ingresos extras para ellos –o para las emisoras que lo hacen de manera ‘legal’, podría matar a la Radio, y esos Programadores tramposos se van a quedar, como reza el dicho, «sin el pan y sin el queso».