Estados Unidos es reconocido por defender, a toda costa, la libertad de expresión en todos los medios. Es parte de la primera enmienda y se pregona técnicamente todos los días durante las emisiones radio y televisión.
Ahora bien, existen escenarios donde se imparte una línea, puede ser republicana, demócrata o neutral y, a veces, hay que obedecer porque la reputación de la estación “está primero”.
Esta semana, Bruce Bond, locutor de un programa sabatino en el 92.1 WTPA-FM, se vio en la necesidad de renunciar a su puesto después de varias presiones por parte del gerente general de la estación, el cual le pedía que no hablara mal del presidente durante las emisiones.
Para entender bien el trasfondo de esta situación debemos revisar 2 detalles: el programa de Bruce Bond no tenía línea, era un talk show donde se hablaba de todo y tocar el tema del poder ejecutivo es de lo más normal porque es una plática de todos los días. Por otro lado, el 92.1 FM es una estación de rock clásico sin una línea política. ¿Quién tiene la razón?
El Gerente General, Tim Michaels, le mandó varios correos a Bruce Bond para que fuera neutral, sin embargo, el locutor se cobijó en la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos para hablar sin tapujos del tema en su programa.
La amenaza estaba latente porque había presión de escuchas y patrocinadores por igual y por eso Michaels pedía a Bond para que detuviera su línea.
El programa de Bruce Bond ya había cumplido las 150 emisiones, más o menos 3 años al aire, pero finalmente decidió renunciar. No hubo otra solución para dar fin a un problema que no iba a ningún lado.
En este escenario, el locutor nunca tuvo línea para hacer su talk show de 3 horas de duración, sin embargo, la estación nunca tuvo pláticas o tendencias políticas simplemente porque son una emisora dedicada al rock clásico.
Este será un tema del que se hablará durante mucho tiempo, más porque Estados Unidos vive una atmósfera de división nunca antes vista.
Con información del Washington Post.
