A pesar de contar con una estructura bien establecida y que ha probado ser un modelo funcional en todo el país, la radio colombiana parece atravesar desde hace unos meses algunas crisis derivadas principalmente de la falta de contenidos originales, sustanciosos y propositivos en sus transmisiones. Esto hace mella principalmente en la corriente principal y tradicional de la radio.
El poco impacto ha llegado directo a las nuevas generaciones, lo cual puede comprobarse en encuestas. Si bien es cierto que a este sector le interesa poco el acontecer del país y prefiere la música, han dicho sentirse incompletos con los pocos contenidos y el dinamismo en las estaciones donde sólo le limitan a presentar canciones, lo cual no llena un vacío existencial de los medios.
Una de las primeras señales en sufrir las consecuencias iniciando el 2017, fue la estación 890 AM de la cadena Todelar de Colombia, la cual fue vendida al Pastor Cañas para cambiar los contenidos e incrementar las ganancias monetarias. Otro ejemplo es el de RCN, ya que durante el 2016 hubo un reajuste de sueldos y de personal, comenzando directamente por directivos y locutores de programas clave, ante lo cual muchos se vieron simplemente en la necesidad de aceptarlo, al grado de asegurar que si les gusta bien o si no miren a ver qué hacen y a dónde se van.
En otras estaciones y grupos grandes la situación no dista mucho de esa realidad, en Radio Caracol simplemente en 2016 se contaron 25 despidos por la baja fluencia de anunciantes asignada directamente a la falta de contenidos, entre esos despidos se incluye a el legendario locutor Fernando Palma.
Estas acciones no llegan de forma gratuita, hoy en día las herramientas tecnológicas permiten brindar un alcance y sobre todo entendimiento diferente de la radio tradicional, por lo que los escuchas y usuarios no se conformarán simplemente con los contenidos limitados a un locutor hablando por hablar.
Algunos especialistas sugieren encontrar una solución inmediata apoyando los espacios más escuchados e ingeniosos para mantener el tráfico de anunciantes, para después buscar mejorar los contenidos, por ejemplo, los espacios deportivos son grandes exponentes del número de anunciantes para sobrevivir ante lo que parece ser un nuevo episodio de los medios y su evolución en el país.
