5 razones por las que siempre estás ocupado, pero no logras terminar
Vale la pena reflexionar sobre todo el tiempo que has dedicado a estar sentado en frente de una computadora, sin que hayas logrado terminar con todo lo que necesitas hacer.
1. Te planteas muchas prioridades.
– Solución. Reduce tu lista de pendientes. El hecho de priorizar, implica que necesitas decidir cuál tarea es la más importante, comparada con todo lo demás. No puedes tener 20 prioridades. Definir sólo tres o cuatro asuntos relevantes en tu lista de tareas diarias, puede ayudarte a tener mejores resultados.
2. Tratas de asistir a todas las juntas.
– Solución. Establece tiempos de acuerdo a las fechas límite de cada proyecto, y compromete el necesario para cada uno. Eso te permitirá tener un mejor criterio decidir si asistirás o no a alguna junta de trabajo. No temas decir que no. Finalmente es menos vergonzoso que posponer o cancelar un compromiso 20 minutos antes del encuentro.
3. Te distraes constantemente en Internet.
– Solución. Si tu trabajo no requiere que estés al pendiente de tu correo electrónico, ni de tus perfiles en redes sociales; necesitas desarrollar un autocontrol, designar un tiempo y un lugar específico para distraerte y revisar tus cuentas.
4. Estas haciendo varias cosas a la vez.
– Solución. Prueba otras estrategias. Esfuerzate por dedicar tiempo específico a una tarea y si llegas a sentir la necesidad de hacer otra cosa, primero pregúntate si es buena idea en ese momento o te estás permitiendo caer en la distracción.
Enfocarte en una sola tarea te permitirá terminarla en menos tiempo y a la vez con mejores resultados.
5. Estás esperando que la productividad ocurra de la nada.
Observa cuáles son los momentos del día en los que te sientes más productivo o has identificado que trabajas mejor y desarrolla un plan que te permita aprovechar esos momentos.