El análisis de Luminate de las tendencias de consumo y ventas de música muestra que 2022 fue otro año fuerte para el negocio de la música. El consumo total de álbumes en los Estados Unidos (que combina las ventas de álbumes y el valor equivalente de las transmisiones y ventas de canciones) aumentó un 9.2% a 974.9 millones.
Eso es un par de ticks más que una ganancia del 11.3% en 2021. Las transmisiones de audio bajo demanda alcanzaron la marca del billón por primera vez en un solo año en 2022, aumentando un 12.1% hasta 1.1 billones.
Las ventas de pistas digitales continuaron su espiral descendente, cayendo un 25.1% a 151.9 millones. Y aunque las ventas totales de álbumes (físicos y digitales) registraron otra caída año tras año (-8.2 % a 110.1 millones), dos formatos antiguos continuaron recuperándose. Las ventas de álbumes de vinilo crecieron un 4.2% a 43.5 millones, lo que representa más de la mitad de las ventas de álbumes físicos y más del 40% de las ventas totales de álbumes. Las ventas de casetes también están regresando, aunque su contribución es mucho menor, con un aumento del 28% a 440 mil.
El consumo de música se inclinó aún más hacia los títulos más antiguos en 2022. La participación del catálogo en el pastel de consumo aumentó al 72.2% desde el 69.8% en 2021, mientras que la participación de la música actual cayó del 30.2 % al 27.8% durante el mismo período. El consumo total de álbumes del catálogo se disparó un 12.9% a 703.9 millones, mientras que el consumo total actual de álbumes aumentó fraccionalmente a 270.9 millones.
En su cobertura del informe, el veterano analista de la industria de la música Geoff Mayfield señala que la participación en el catálogo ha aumentado cada año desde que el streaming se convirtió en el generador de dinero dominante para la industria discográfica.
“Ahora estamos midiendo lo que la gente realmente escucha, mientras que las listas de álbumes que guiaron al negocio durante toda su historia anterior solo midieron lo que los consumidores compraron”, escribe en Variety.
Ejecutivos de la industria discográfica entrevistados por Variety no parecen preocupados por la disminución del consumo de música actual. “Creo que es bueno que los fanáticos de la música estén descubriendo buenos géneros musicales, independientemente de la época de la que provenga. Deberíamos ser agnósticos como industria sobre cómo alguien quiere vincularse a algo. No siempre se trata de un nuevo lanzamiento”, dijo un alto ejecutivo de un sello importante.
Los medios de consumo varían de artista a artista
Mirando el panorama musical durante el año pasado a través de la lente de cómo diferentes artistas en diferentes géneros se comprometieron con los fanáticos para lanzar campañas exitosas de álbumes, Luminate encontró una imagen más matizada de cómo el público consume música. El año pasado vio nuevos álbumes de gran éxito de Taylor Swift, Beyoncé y Bad Bunny.
Si bien cada uno obtuvo posiciones muy altas cuando debutaron, cada artista fue impulsado al primer puesto con una combinación diferente de medios de consumo.
Bad Bunny lo hizo con ofertas 100% digitales (streaming y álbumes digitales) para su disco ‘Un Verano Sin Ti’. Por el contrario, sólo el 55% de las cifras de consumo de la primera semana de ‘Renacimiento’ de Beyoncé fueron digitales. El consumo digital de ‘Midnights’ de Taylor Swift a través de medios digitales fue aún más bajo, registrando un 38% de las cifras de consumo de la primera semana.
Sorprendentemente, las ofertas de productos físicos de Swift representaron el 62% a través de múltiples ofertas de vinilos y CD para los fanáticos, y ‘Midnights’ vendió 575 mil copias de vinilo en su primera semana, rompiendo un récord previamente establecido por Harry Styles en mayo. Swift también logró 1.58 millones de álbumes equivalentes en los primeros siete días de lanzamiento, lo que la convierte en la semana de lanzamiento más grande en siete años.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Inside Radio.
