En un entorno saturado por plataformas de audio, desde el streaming hasta los podcasts, surge una pregunta clave: ¿alguien sigue escuchando la radio? Según Jacobs Media, la respuesta va más allá de los números.
Los estudios Techsurvey, realizados por esta firma, revelan que si bien la radio mantiene una base sólida de oyentes, lo verdaderamente relevante es la razón emocional detrás de esa escucha. La radio no compite únicamente con la tecnología, sino con el vínculo que crea con el oyente. Aquí, el factor humano, la personalidad del locutor sigue siendo insustituible.
A diferencia del audio bajo demanda, que responde a necesidades como control o personalización, la radio ocupa un lugar único: acompaña, conecta y genera hábito. No se trata solo de qué se escucha, sino de cómo y por qué se escucha. Esta distinción es crucial en una industria que tiende a medir su éxito por cantidad, olvidando la profundidad del impacto.
El reto para la radio no es reinventarse como podcast o app, sino reconocer su propio valor emocional y aprovecharlo. Más que una crisis, estamos frente a una oportunidad para redefinir la escucha. No basta con saber cuántos están sintonizando, sino qué los mantiene ahí.
En un panorama donde el audio está más vivo que nunca, la radio no desaparece, pero sí cambia. El secreto ya no está en estar al aire, sino en ser escuchado con intención.
¿Estamos entendiendo realmente lo que buscan hoy los oyentes de radio?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por Jacobs Media, con contenido de Alpha González.
