En un mundo donde la mayoría de los anunciantes ven a los vendedores como simples comerciantes de espacios, diferenciarse no es solo una estrategia: es una necesidad. El secreto está en dejar de vender y empezar a servir.
Conocer a fondo el negocio del cliente, cambiar la perspectiva de «vendedor» a «asesor», y enamorarse de su misión son claves para destacar. ¿Ya hablaste con tus clientes? ¿Has visto su operación de cerca? Eso marca la diferencia.
Ser útil también implica escuchar más y mejor. Aplica la regla 80/20: deja que el cliente hable el 80% del tiempo y enfócate en descubrir sus verdaderas necesidades. Pregunta mejor, toma notas, confirma que entendiste. Ser obsesivamente confiable, cumplir promesas y ofrecer ideas sin que te las pidan te convierte en un solucionador de problemas, no en un vendedor más.
Y no olvides medir resultados: si no puedes probar el impacto de lo que vendes, ¿realmente está funcionando?
Convertirte en el mejor representante de ventas orientado al servicio implica cambiar tu mentalidad, desarrollar nuevas habilidades y entregar valor constante. No se trata de fingir. Se trata de preocuparte de verdad.
Entonces, ¿Estás dispuesto a ser más que un vendedor?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por Radio Ink, con contenido de Alpha González.