La radio ha sido, es y seguirá siendo una herramienta poderosa de conexión. A pesar del auge de las plataformas digitales, hay algo en la radio que ninguna red social puede replicar: su capacidad de acompañar, informar y emocionar en tiempo real. No depende de algoritmos, sino de voces reales, talento auténtico y contenido diseñado para crear comunidad.
Cada vez que alguien dice que la radio ya no es necesaria, olvida que en situaciones de emergencia, cuando todo falla, es la radio la que mantiene a las personas informadas. Olvida también que detrás de cada programa hay producción, creatividad, intuición y una relación cercana con la audiencia. Que hay locutores que no solo entretienen, sino que representan a generaciones, barrios, acentos y culturas.
La radio es ese espacio donde aún caben las historias locales, los descubrimientos musicales, los mensajes personales, la improvisación genuina. No hay filtros de más ni ediciones perfectas: hay humanidad.
Además, la radio ha sabido adaptarse. Hoy vive en streaming, en redes, en podcasts, en multiplataformas. No ha muerto: se ha transformado. Y quienes la aman, la defienden y la reinventan cada día.
Así que la próxima vez que alguien diga “la radio ya no se necesita”, invítalo a escuchar. No solo oír: escuchar. Porque ahí sigue, viva, creativa, presente.
¿Estás listo para demostrar por qué la radio sí importa?
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.
