En La educación de un CEO, Bill Yeargin expone una distinción poderosa: la mentalidad de crecimiento frente a la mentalidad fija. Una abraza los desafíos, el esfuerzo y la retroalimentación; la otra los evita, se rinde y teme fallar. Lo más interesante es que todos navegamos entre ambas sin darnos cuenta.
Detectar en qué lado estamos es esencial. ¿Qué haces cuando se presenta un problema difícil? En mi caso, he postergado conversaciones incómodas con personal, hasta que entendí que crecer implica enfrentar lo que incomoda. Aprendí que el proceso —como en el lanzamiento de una estación de radio— puede ser más valioso que el resultado final.
Salir de la zona de confort, asumir riesgos, celebrar los logros ajenos, hacer preguntas incómodas y pedir retroalimentación, son señales de que estás cultivando una mentalidad de crecimiento. Como dice el cartel en mi oficina: “No puedes robar segunda con el pie puesto en primera.”
Y esta forma de pensar no sólo transforma individuos, también organizaciones. En la industria de la radio, por ejemplo, donde el cambio es constante y la competencia feroz, la mentalidad colectiva puede definir el rumbo.
¿Está nuestra industria realmente abierta a evolucionar, a probar, a aprender del fracaso?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.
