Convertirte en el vendedor de publicidad más solicitado no es cuestión de suerte, sino de estrategia, empatía y constancia. Se trata de dominar tu nicho, construir relaciones sólidas y ofrecer soluciones creativas que realmente resuelvan problemas.
Conocer a fondo tu producto y el negocio de tus clientes te convierte en un asesor confiable, no solo en alguien que vende. El valor real viene de entender qué necesitan y cómo puedes ayudarlos con propuestas personalizadas.
La construcción de relaciones lo es todo. Escucha más de lo que hablas, haz seguimiento y hazles sentir que te importan, no como clientes, sino como socios. Las relaciones sólidas generan confianza y, con ella, lealtad.
Además, apóyate en historias de éxito y prueba social. Los testimonios auténticos, especialmente en video, funcionan mejor que cualquier discurso de ventas. Recuerda: la gente cree lo que ve y lo que otros recomiendan.
Sé visible en redes sociales. LinkedIn, Instagram o X pueden ser tus mejores aliados si los usas para compartir contenido útil, demostrar tu experiencia y mantenerte presente en la mente de tus prospectos.
Y por último, ofrece creatividad. Los espacios publicitarios están por todos lados; lo que realmente diferencia a un gran vendedor es su capacidad para diseñar soluciones únicas. Sal de lo predecible, ofrece campañas diferentes y crea experiencias memorables.
En un entorno donde todos compiten por atención, ¿Estás haciendo lo necesario para que te elijan a ti?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por Radio Ink, con contenido de Alpha González.