Cuando se trata de SEO, una de las preguntas más comunes es si la extensión del contenido influye más que su calidad. Muchos creen que los textos largos posicionan mejor en buscadores, pero la realidad es más compleja.
Google prioriza la relevancia y la experiencia del usuario. Un artículo de 2,000 palabras puede posicionarse bien, pero solo si responde de manera efectiva a la intención de búsqueda. En cambio, un texto corto y conciso, pero con información valiosa, también puede destacar.
John Mueller, de Google, ha señalado que “no hay un número ideal de palabras para el SEO”. Lo que realmente importa es que el contenido sea útil, claro y bien estructurado. Además, factores como la optimización de palabras clave, la experiencia del usuario y los enlaces influyen en el posicionamiento.
El equilibrio es clave. Un artículo demasiado largo puede aburrir al lector si no está bien distribuido, mientras que uno breve podría quedarse corto en profundidad. Lo ideal es adaptar la extensión a la necesidad del tema y la audiencia.
En un mundo digital donde la atención es fugaz, la pregunta sigue abierta: ¿Qué prefieres, contenido largo y detallado o información breve y directa?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por We Are Content con contenido de Alpha González.
