Durante el tiempo que llevo escribiendo en radioNOTAS he leído a bastantes periodistas especializados en nuestro medio que mencionan que un locutor nunca debe hablar sobre sí mismo y abrirse demasiado porque eso aburre a la audiencia, personalmente creo lo contrario, ya que hacer estos ejercicios de apertura pueden mostrarte más cercano, cálido e incluso ‘humano’.
A continuación te cuento algunos puntos/momentos en los que sí y no deberías abrirte demasiado al micrófono.
SÍ:
- Cuando una de tus vivencias se convierte en algo que comúnmente le pasa a la gente; al contarla puedes lograr identificación.
- Cuando una anécdota es chistosa/interesante y no exhibe de algún modo a otra persona.
- Cuando tienes algo importante que aportarle a la gente; un dato, una receta, etc.
- Cuando la auto apertura no va a tomar mucho tiempo del contenido.
- Cuando busques ser genuino, siempre conservando una distancia saludable de la audiencia.
NO:
- Cuando contar algo implica ventilar algunas cosas de tu vida privada.
- Cuando una narración incluye demasiados detalles que pueden ser aburridos e irrelevantes para los oyentes.
- Cuando en un programa ya has hablado demasiado de ti mismo.
- Cuando quieres hablar y desahogarte de un problema personal.
- Cuando un comentario va a llevarte fuera de la temática que se está abordando.
¡Ten cuidado con lo que quieres aportar! Cualquier comentario puede mejorar o afectar tu imagen pública como locutor.