El filósofo griego Epicteto decía: “Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas ante ello”. Esta idea cobra relevancia en tiempos de cambio, cuando nuestra capacidad de adaptación es puesta a prueba. En los últimos días, algunos han encontrado un nuevo empleo, otros han despedido a un querido amigo de cuatro patas, y otros más están lidiando con cambios en sus vidas personales y profesionales.
Los cambios, tanto buenos como malos, generan estrés y pueden afectar nuestra salud. Un modelo desarrollado en 1967, la Escala de Reajuste Social, muestra que los eventos vitales, como el matrimonio o la pérdida de empleo, elevan nuestro nivel de estrés. Una separación laboral, por ejemplo, tiene un puntaje de 47, mientras que la pérdida de un ser querido alcanza los 100 puntos en esta escala. Estas cifras nos recuerdan cómo los cambios afectan tanto a quienes los experimentan directamente como a quienes los observan.
Para manejar estos impactos, es útil conocer las etapas comunes que acompañan a todo cambio: shock, ajuste, contradicción, crisis y, finalmente, reconstrucción. Pasar por estas etapas permite abrazar la nueva realidad con una visión renovada, aun cuando el camino sea difícil.
Al final, somos nosotros quienes decidimos cómo enfrentar cada experiencia y qué clase de persona queremos ser. Entonces, cuando los cambios toquen a tu puerta, ¿cómo elegirás responder?
Esta nota es una adaptación al español de un artículo publicado por Radio Ink.