El próximo año cumpliré 50 años de hacer radio. Mi primer programa salió al aire en agosto de 1975 y, aunque actualmente no soy empleado de ninguna empresa de radiodifusión, sigo trabajando activamente en ella, como consultor y realizador de programas.
Además, me encanta escribir sobre radio, contar mis experiencias, mis éxitos y fracasos, mis aprendizajes, mis anécdotas, así como la situación actual de este medio y las tecnologías y procedimientos que la mantienen vigente.
Y es fácil darse cuenta de que cada vez que escribo algún artículo acerca de la radio antigua inmediatamente salen voces a decir que la radio de antes era mejor, que ahora no se respeta, que los de ahora son perezosos y vulgares y que la música actual es una basura.
La radio, que como medio de comunicación ya tiene más de 100 años, ha logrado sobrevivir con grandes audiencias gracias a que ha sabido interpretar el gusto de la gente con el paso de los años.
Sus voces, su lenguaje, sus temas, sus programas, su interacción con el público, su integración con la tecnología han evolucionado, y esto es lo que ha permitido que siga siendo vigente, vibrante y masiva.
En pocas palabras, no se ha quedado en el pasado.
Pero su avance también se ha dado, especialmente, gracias a grandes talentos que han dejado huella, que han sabido innovar y que han sabido influir en los demás con su ejemplo y compartiendo sus conocimientos con sus subalternos, que con el tiempo terminan superándolos.
Entrenamiento
Hace poco hablaba precisamente con un veterano de la radio, próximo a jubilarse, y se mostraba preocupado porque no estaba seguro de quién podría sucederlo en su trabajo cuando ya no esté.
Mi simple recomendación fue: entrene a su gente.
Cuando uno está seguro de su talento no debe temer enseñar a los demás todo lo que sabe. A fin y al cabo, el conocimiento está disponible para todos en las bibliotecas y en internet. Si usted no lo comparte lo aprenderán de otros, de todos modos.
Hoy en día existen libros, blogs, portales, videos, tutoriales, pódcast y todo tipo de opciones de aprendizaje acerca de lo que quiera, y la radio no se queda atrás. Bueno, y mi pequeño granito de arena son mis artículos de radioNOTAS.
Por eso es preferible que a usted lo recuerden como un maestro, como un líder, como alguien que no temió compartir sus conocimientos y no como una persona cerrada, hermética y egoísta.
¿La gente quiere que le enseñen?
¡Claro que sí! Todos, en cualquier profesión, estamos buscando la forma de progresar, de realizar mejor nuestras tareas, de que nos rinda más el tiempo y de aprender nuevas técnicas y procedimientos que nos permitan alcanzar nuestras metas personales.
Mike McVay, un veterano hombre de radio, presidente de su propia empresa de consultoría, dice en un reciente artículo de RadioInk que las investigaciones realizadas entre talentos de radio muestran que muchos quieren ser entrenados, y en muchos casos, no lo están siendo.
McVay sugiere que los directores de las emisoras no entrenan a sus talentos por varias razones:
- Podrían estar demasiado ocupados debido a la necesidad de realizar múltiples tareas.
- Podrían estar lidiando con otras tareas que les imponen desde la alta gerencia.
- Les podría dar temor tener que confrontar a un talento.
- Podrían pensar que el talento no necesita ese aporte.
- Incluso podrían pensar que cuando un talento ya es reconocido, ya no necesita entrenamiento.
Y yo añadiría: podría ser que, simplemente, no saben cómo hacerlo… o les da pereza.
Las técnicas de McVay
Si usted no sabe cómo entrenar al personal a su cargo, a continuación voy a presentar las recomendaciones del señor McVay, pero también añadiré unas mías. Aquí lo importante es que no le dé pereza hacerlo.
Y, tranquilo: los conocimientos están disponibles en todas partes, pero la experiencia está dentro de cada persona. Si usted la tiene, si ha sido exitoso, si ha ganado, no tenga temor de que lo vayan a superar por compartir lo que sabe.
Igual, si no lo comparte, es una ley de la vida que, en algún momento, alguien llegará y lo superará. Y no será por los secretos que usted le contó sino por su capacidad y talento.
Pero antes de entrenar a su posible sucesor en la dirección de la emisora, lo primero que tiene que hacer es empezar a entrenarlo a él y a los demás integrantes del equipo en sus labores cotidianas, en su trabajo habitual.
Primero usted debe aprender a hacerles coaching, a usar metodologías, a adquirir el hábito de entrenarlos, a dejar los temores y la pereza a un lado y a buscar el tiempo para realizar esta labor de manera regular y con método.
Empecemos entonces por los locutores. McVay dice en su artículo que hay 3 métodos de entrenamiento para ser usados por los directores de forma rotativa para ayudar a guiar al equipo de talentos de la emisora:
- Cuadro a cuadro:
Este término usado en cine se refiere a revisar cada “fotograma” o momento de un programa. Revisa la forma como el locutor maneja la marca de la emisora, los aspectos básicos, los elementos de servicio (hora, clima, tráfico) y, lo más importante… el contenido del programa.
Todo se analiza.
- ¿El contenido realmente interesa al público objetivo?
- ¿Entrega una idea importante en cada segmento o salida al aire?
- ¿El personaje suena natural a medida que va presentando el contenido?
Estas críticas “cuadro a cuadro” deben discutirse en persona y también entregarse en forma escrita, junto con una grabación en audio, para que el talento pueda revisar cada cuadro y escuchar las observaciones del director.
El director debe responder preguntas y explicar EXACTAMENTE qué se quiere decir con los comentarios de la sesión. No debe andarse por las ramas. Tiene que ser específico.
- Repaso general:
Se escribe un resumen y se discute con el personaje. Se analizan el contenido, el flujo de la música (o los temas que se hayan hablado) y los aspectos básicos.
Esta forma de coaching o entrenamiento no es tan detallada como la de ‘cuadro a cuadro’, pero podría reflejar mejor la impresión de lo que un oyente puede oír y sentir. De esta forma se puede ver un panorama o sensación general del programa.
En lugar de presentar viarias cosas por mejorar, este ‘repaso general’ se centra en una cosa que el talento debe tener en cuenta y en la que debe trabajar para mejorar.
- Autocrítica:
En este caso es el mismo locutor o personaje quien opera el audio y hace una pausa en la grabación después de cada intervención para decirle al director (o a quien lo esté entrenando) cómo se siente acerca de esa salida al aire.
Esta forma de revisión es muy interesante porque usted se dará cuenta de que la mayoría de los talentos son más duros consigo mismos de lo que usted, como entrenador, lo sería con ellos.
La mayoría de los talentos, no todos, dirán lo que sienten que deben hacer para mejorar su programa. Solo hay que guiarlos mientras determinan si hay algo que pueden mejorar. Usted debe alentarlos y animarlos mientras los guía en este método de autoayuda.
Mis otras recomendaciones
De la misma forma, y para seguir con el entrenamiento o c oaching de sus talentos a cargo, primero recomiendo leer los artículos referentes a los ‘Airchecks’ que he compartido en este portal. Se basan en la táctica ‘cuadro a cuadro’ que menciona McVay. Solo hay que dar clic en este título:
Por otro lado, mis otras recomendaciones se basan en que, además de dejar plasmadas las oportunidades de mejora, la guía y el apoyo, hay que llevar esas enseñanzas a la práctica.
Estas son mis otras recomendaciones de complemento:
- Evaluación inicial
– Observe a cada talento: Escuche grabaciones de su trabajo al aire, si es posible. Analice fortalezas y áreas de mejora en aspectos como tono, dicción, fluidez, conexión con la audiencia, etc.
– Reúnase individualmente: Converse con el locutor sobre su estilo, motivaciones y expectativas. Esto ayuda a personalizar el coaching.
- Establezca metas claras
– Fije objetivos concretos: Defina junto al locutor las habilidades o áreas específicas que se deben mejorar, como mejorar la naturalidad al hablar, controlar mejor los tiempos o conectar mejor con la audiencia.
– Corta y clara: Cada sesión de entrenamiento debe centrarse en una o dos metas para no sobrecargar de información al talento.
- Modelado y ejemplos
– Muestre ejemplos: Proporcione referencias de otros locutores exitosos o de grabaciones previas de ellos mismos. Señale qué aspectos destacan y por qué funcionan bien.
– Haga demostraciones en vivo: Si es posible, haga simulaciones en las que usted o un locutor experimentado muestren cómo ejecutar una introducción, entrevista, o transición entre canciones.
- Práctica supervisada
– Simulaciones de situaciones reales: Organice simulacros de programas en los que el talento pueda practicar mientras usted lo observa.
– Intervenga en tiempo real: Si es necesario, corrija durante el simulacro, ofreciendo sugerencias específicas y constructivas sobre el rendimiento en el momento.
- Retroalimentación constructiva
– Inmediatez: Proporcione comentarios justo después de una emisión o práctica, mientras los detalles están frescos.
– Balance positivo-crítico: Empiece por destacar los aspectos positivos, luego aborde lo que necesita mejorar. Ofrezca sugerencias concretas en lugar de críticas vagas.
– Comentarios específicos: En lugar de decir «No conectaste bien con la audiencia«, diga «Intenta hacer una pausa más larga antes de hacer la pregunta para que los oyentes puedan asimilar mejor la información«.
- Mentoría continua
– Sesiones regulares: Programe reuniones periódicas para revisar el progreso y ajustar las metas según las necesidades. El desarrollo de un locutor es continuo, y el feedback debe ser frecuente.
– Práctica deliberada: Proporcione ejercicios específicos para que el locutor trabaje en su tiempo libre, como practicar la dicción, la improvisación o cómo manejar entrevistas.
- Empoderamiento y confianza
– Fomente la confianza: Asegúrese de que el locutor se sienta apoyado y no presionado. El entrenamiento debe inspirar y mejorar la seguridad en sí mismo.
– Espacio para la creatividad: Permita que el locutor experimente dentro de los lineamientos del formato de la emisora. El coaching debe guiar, pero también permitir que el locutor encuentre su propia voz.
- Revisar y ajustar
– Análisis post-programa: Escuchen juntos grabaciones del programa para revisar lo que ha mejorado y lo que aún necesita trabajo. Identifique patrones y busque soluciones para los desafíos que todavía quedan por resolver.
– Refine las técnicas: A medida que el locutor mejora, ajuste el enfoque del entrenamiento para nuevas áreas de desarrollo.
Consejos adicionales
– Paciencia y apoyo: Cada locutor aprende a su propio ritmo, y es clave mantener un ambiente de apoyo, no de presión.
– Escucha activa: Permite que el locutor exprese sus inquietudes y preguntas, fomentando una relación de confianza y colaboración.
Conclusión
Comience por adquirir el hábito de supervisar, escuchar y corregir a los talentos a su cargo. No tiene que usar todas las tácticas expuestas acá. Empiece por lo más sencillo, lo que le parezca más fácil mientras aprende, lo que le quite menos tiempo al comenzar. Puede ir progresando a medida que consigue experiencia y deja de lado los temores (y la pereza).
Si usted solo muestra los aspectos negativos de un turno o programa lo estará desalentando a intentar mejorar. Ese locutor o presentador empezará a pensar que es mejor no hacer nada antes que arriesgarse a meterse en problemas por tratar de hacer algo.
Al final, lo que se pretende es ayudarle al talento a ser exitoso y le está mostrando opciones para mejorar. Deje que haga su trabajo y guíelo con consejos. No lo critique de forma negativa. No lo reprima. Déjelo ser quien es y dele mucho ánimo.
Cuando ya lo haya convertido en una rutina y aprenda a realizar esas técnicas, comience a entrenar a su sucesor. Sobre eso hablaré próximamente en radioNOTAS.
No olvide: cuando usted ya se haya retirado es muy probable que lo recuerden como un gran líder, un verdadero influenciador que supo motivar a su gente y dejarles enseñanzas que mantengan su legado…