La ausencia de certificación entre locutores representa una brecha significativa que obstaculiza el avance en la industria. La certificación no solo valida las habilidades técnicas y artísticas, sino que también asegura un estándar de calidad y ética profesional. Sin embargo, numerosos aspirantes ingresan al campo sin esta validación formal, lo que compromete la excelencia y credibilidad en su desempeño.
La falta de certificación conlleva desafíos multifacéticos. En primer lugar, puede resultar en una disminución de la calidad en la producción de contenido audiovisual, dado que los locutores no certificados pueden carecer del entrenamiento necesario. Además, esto puede generar una competencia desleal, ya que aquellos que invierten en su certificación se ven perjudicados por la presencia de individuos menos calificados pero más económicos.
Otro aspecto preocupante es el impacto en la percepción del público. La falta de certificación puede erosionar la confianza en la profesionalidad de la industria de la locución, afectando negativamente la reputación de todos los involucrados. Por ende, promover la importancia de la certificación entre los aspirantes a locutores y establecer estándares más estrictos en la contratación son medidas esenciales para abordar esta brecha.
Sin duda, la presencia de locutores sin certificación representa una barrera que limita el progreso y la excelencia en la industria. Es imperativo tomar medidas para promover la certificación como un estándar fundamental, garantizando así la calidad y profesionalidad en el campo de la locución.
Queremos leerte en los comentarios: ¿Qué acciones específicas pueden implementarse para incentivar a los locutores a obtener una certificación y elevar el nivel de la industria?
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.