La disciplina en la radio es un tema difícil, y más en un entorno tan creativo como todo lo que implica el mundo de la locución; imagínate que de pronto un segmento está estipulado para durar tres minutos, sin embargo, como las cosas se ponen ‘calientes’ lo llevas a durar hasta siete minutos, atrasando el trabajo de todos los que están en cabina y poniendo a ‘parir chayotes’ principalmente al operador, como al productor que tienen que empezar a quitar canciones sólo porque a tu creatividad se le ocurrió fluir en determinado momento.
Es importante que como locutor de radio aprendas a conectar con la audiencia desde el principio, y no hasta algunos minutos después que sientas que las cosas van por buen camino. Uno de los aspectos que logran hacer que un locutor sea exitoso y que muchas personas deseen trabajar con él es su capacidad de autoeditarse y apegarse a los límites de tiempo/formato que se le están poniendo.
A veces puede que sí, los minutos al aire se extiendan porque la charla está siendo demasiado buena, sin embargo, eso tiene que ser poco frecuente. Debemos aprender a llegar al clímax de una charla en máximo dos minutos y ahí mantenernos durante uno o dos minutos más, dependiendo el tiempo que tengamos disponible.
Normalmente pensamos que la edición es un proceso mecánico desde el cual una persona corta las intervenciones al aire para dejar sólo el contenido más relevante. ¿Qué tan conveniente es que empezamos a ver este proceso como algo valioso que los locutores debemos aprender desde el momento en el que estamos expresando algo? Auto-edición, yo le llamaría.
“La naturaleza libre de una actuación en vivo a menudo da giros inesperados que pueden conducir a grandes momentos. Pero el interés del oyente se desvanece cuando las personalidades tardan demasiado en llegar a su destino, lo que a menudo termina en desconexión”, menciona Tracy Johnson.
Un especialista en marketing llamado Seth Godin señaló que todo es mejor cuando es corto y va al grano sin tantas vueltas; tanto una obre de teatro, un culto religioso, un mensaje político, hasta la intervención de un locutor de radio.
¿Cuál es el punto ideal para lograr que nuestros segmentos hablados duren lo que están estipulados?
La preparación
Cuando un locutor ha hecho una lluvia de ideas al respecto de un tema y conoce los subtemas que debe tocar por intervención será mucho más fácil que pueda apegarse a los tiempos que la emisora otorga para estar al aire. “Un espectáculo preparado y bien organizado rápidamente vuelve a su camino cuando se producen desvíos inevitables”, menciona Tracy Johnson.
Algunos locutores piensan que el preparar el show va a hacer que muchas de las reacciones espontaneas tan gustadas en la radio se eliminen y la realidad es que no, sólo darán pauta para conseguir de manera exitosa la construcción de un hilo conductor y de un mensaje claro y consistente.
Un profesor de la universidad decía, en la vida, como en la radio hay que ser concisos, precisos y macizos.
Desarrolla la disciplina de la auto-edición practicando diariamente.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Tracy Johnson a través de tjohnsonmediagroup.com