Los huéspedes groseros son los peores. A veces, los invitados pueden ser nerviosos, directos y groseros. Por eso, detecta las señales de advertencia temprana para evitar que los malos invitados de la radio arruinen tus programas.
A continuación te presentamos 5 señales que te serán útiles:
1- Son aburridos
Nadie quiere escuchar a una persona aburrida, ¿verdad?
Cómo cuentas las historias importa. Involucrar y cautivar a los oyentes es el nombre del juego.
Haz las preguntas correctas para volver a encarrilarlos. Y cuando comiencen a desorientarse o perder el objetivo del tema, regrésalos rápidamente con seguimientos rápidos o incluso decir tu punto de vista. De eso se trata la radio, de compartir opiniones que te apasionan.
2- Dan respuestas largas
No hay nada de malo en que los invitados cubran los temas con gran detalle. Pero cuando duran demasiado, el punto puede perderse.
Las respuestas cortas permiten a los oyentes digerir lo que se dijo. Así que intervenir para ‘refrescar’ la pregunta mantiene al invitado en el buen camino.
3- Son alarmistas
Personas que exageran el peligro o causan preocupaciones innecesarias al momento de contar sus historias. Y eso no es necesariamente algo malo.
Los debates hacen que la escucha sea interesante. Pero cuando se manejan mal, los invitados pueden atacar, enviar el mensaje equivocado y descarrilar los espectáculos por completo.
Pero cuando se manejan correctamente, las conversaciones pueden desarrollarse de manera completamente diferente. Formular las preguntas de la manera correcta y responder con respeto demuestra que te importa, aunque no estés de acuerdo.
4- Dan respuestas complejas
Al igual que las respuestas largas, las complejas a menudo pueden distraer a los oyentes.
Pero esto generalmente depende de tu programa y tipo de audiencia. Para atraer a las masas, mantente alejado de los temas complicados que no están claros ni bien definidos.
5- Dejan el humor en la puerta
No hay nada peor que contar un chiste o una anécdota graciosa, solo para que fracase. Entonces, tener un buen sentido del humor y compartir ideas es muy útil.
El punto es que no siempre tendrás comediantes en tu programa. Lo mejor que puedes esperar es intentar que los invitados sigan el juego. Busca algunos ángulos diferentes, como contar una anécdota divertida o contar una broma para relajarlos. Con las frases correctas, puedes hacer que cualquiera se ría a carcajadas.
Los malos invitados no son el fin del mundo. Siempre hay pequeños trucos que puedes hacer para volver a encarrilarlos. Pero eso no quiere decir que no habrá obstáculos en el camino.
¡Mucho éxito!
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.