En todas las compañías de la industria nos podemos encontrar con personas que tienen una pésima actitud hacia el trabajo y para con sus compañeros. Probablemente estos individuos se sienten frustrados por algún problema personal que tienen, o simplemente no se sienten a gusto con las actividades que están desarrollado. Dos cosas hay ciertas en esta problemática: Todos somos seres humanos y puede que a veces tengamos malos días; y se nos está pagando un sueldo, por lo que debemos cumplir con nuestras actividades con la mejor actitud posible y con cordialidad.
¿Cuál sería la salida más fácil ante esta problemática? Definitivamente despedir al trabajador, sin embargo, de eso no se trata, ya que, al tomar decisiones como esa, podrías estar dejando sin sustento a una familia; lo mejor será hablar primero con el colaborador y si la mala actitud sigue, probablemente darle una fecha anticipada de su término de labores, para que pueda mientras seguir buscando algún otro trabajo.
Antes de recurrir al despido, te recomendamos tres cosas que debes hacer:
- Explicarle qué pasa
Es importante que cuando llegues a hablar con tu colaborador, tengas en mente los casos puntuales en donde suele tener mala actitud, ya que si no le dices los momentos específicos en donde su comportamiento es inadecuado, puede pensar que sólo estás buscando algún pretexto para aleccionarlo.
- Escúchalo
Resulta esencial escuchar “al borracho y al cantinero”, ya que probablemente puedas entender un poco más del porqué está teniendo mala actitud y si está en tus manos, puedas arreglar ciertas situaciones.
El mal comportamiento no es justificable, sin embargo, puede disminuir si haces cambios dentro de la cultura organizacional.
- Establece un plan de trabajo específico para tu colaborador con mala actitud y da seguimiento
Regularmente hay llamadas de atención constantes hacia los colaboradores con mala actitud, por lo que te recomendamos establecer un plan de trabajo en donde a través de objetivos puedan ir cambiando los aspectos puntuales mencionados en el primer punto de esta lista.
Justamente esta será como una evaluación constante en donde podrás determinar si la persona es apta para seguir desempeñando sus funciones, o si es mejor cambiarla o quitarla definitivamente.
Recuerda que alguien con mala actitud puede contaminar por completo el ambiente laboral, ¡No permitas que eso pase!
Esta nota fue realizada con base en un video publicado por Mara Pérez experta en relaciones laborales.