Yo empecé a hacer locución en radio por simple necesidad.
En 1975, construí una emisora de AM basada en los planos que mostraba un proyecto de Mecánica Popular. Al principio solo ponía música, pero entendí que necesitaba locución, no solo para identificar la estación sino para anunciar la música que allí sonaba.
Yo no estudié locución. Simplemente traté de imitar a las voces que admiraba. Trataba de sonar como ellos. Y así comencé a grabar algunos programas que sonaban en mi emisora.
Uno de esos programas lo llevé a una naciente estación de radio de Medellín, llamada Emisoras El Poblado, y al gerente le gustó. Sorprendentemente, el mismo día que llevé el programa en un casete, este fue transmitido al aire en esa emisora. Y así comenzó mi carrera de radio.
A pesar de que imitaba esas voces, poco a poco fui adoptando mi propio estilo de locución, especialmente cuando empecé a escuchar voces y estilos de locutores de otros países, entre ellos de Inglaterra y Estados Unidos.
Yo sentía que, junto a mi amigo y colega Donnie Miranda, estábamos haciendo una radio muy diferente a la que se realizaba por esos días, y por eso sentía que la producción, las identificaciones y el vestido general de las emisoras en las que trabajábamos debían ser realizados por nosotros mismos.
Durante mis primeros 13 años de radio, siempre trabajé en emisoras independientes. Esto implicaba tener que aprovechar al máximo los escasos recursos de los que disponíamos, y esto incluía las voces de quienes trabajábamos allí.
Por esta razón tuve que combinar mis labores de disc-jockey y presentador con las de la locución comercial.
Recordemos que, por ser emisoras independientes, la mayoría de los clientes eran locales que no contaban con presupuestos para emplear locutores profesionales a través de las agencias de publicidad. Y había que grabar muchas cuñas a la semana. Decenas.
Claro, todas mis cuñas tenían el tradicional ‘sonido de locutor’. Es decir, no se manejaban las intenciones, la modulación, las pausas y demás características que usan los locutores comerciales, a quienes hoy en día se les conoce como ‘artistas de voz’.
Generalmente a los clientes les gustaba que los mismos locutores de la emisora anunciaran sus productos por la credibilidad que se generaba, y más aún cuando, de alguna manera, y dejando de lado una falsa modestia, éramos unos talentos de radio muy conocidos.
Es más, diría que éramos los ‘influencers’ de esa época.
Pero a fines de los años 80 me fui a vivir a Bogotá, un mundo completamente diferente al que se vive en provincia. Allí están los poderosos canales de televisión y se manejan los grandes presupuestos publicitarios a través de reconocidas agencias y centrales de medios.
Y ese fue un gran choque para mí. Si bien en Medellín acostumbraba a grabar entre 5 y 10 comerciales semanales, al llegar a Bogotá, donde aún no era una figura reconocida y más bien era un locutor más, mi voz se perdía en medio de tanta oferta disponible en un mercado muy profesional.
Y hasta ahí llegó mi carrera de locutor comercial.
Claro, grabé algunas cuñas e incluso conseguí un contrato de exclusividad con Presto, la cadena de hamburgueserías más importante del país, pero muy pronto me di cuenta de que mi estilo y forma de hacer locución no encajaban con las del mercado.
Allí caí en cuenta, y de la manera más dolorosa, que no es lo mismo hacer locución en radio que convertirse en un actor de voz.
Si bien hay algunas habilidades aprendidas que son transferibles de un oficio a otro, conseguir trabajo como locutor comercial es mucho más que haber tenido la experiencia de hablar por un micrófono.
Es indudable que un profesional de radio o televisión, por más experimentado que sea, necesitará un poco de capacitación adicional para ayudarlo a dar el salto y convertirse en un talento de voz.
Su gran desafío será, en realidad, perder la ‘voz de radio‘ y esa forma de hablar en este medio, y entender realmente cuáles son las características necesarias para dar el salto de manera exitosa a la locución comercial.
En la actuación de voz, los anunciantes están tratando de causar la impresión de que la voz que vende el producto es la de una persona normal, igual a quien la va a escuchar. La idea es que el oyente no sienta que le están vendiendo algo.
Quienes trabajamos en radio, siempre queremos impresionar con nuestra voz. Queremos lucirnos y dirigir la atención de quienes nos escuchan hacia nosotros mismos. Es un tema de ego. Queremos tener oyentes que nos sigan y que nos recuerden a la hora de responder una encuesta de audiencia de radio.
Por el contrario, en las locuciones comerciales ni siquiera nos damos cuenta de la voz, sino que visualizamos el producto. El actor de voz es simplemente un narrador. Su voz pasa inadvertida y lo que realmente importa es la imagen que proyecta a la mente del consumidor.
Cuando el actor de voz es bueno, la gente cree que se trata de una persona real, pero esto requiere entrenamiento en técnicas de actuación. Por el contrario, una “voz de radio” llama la atención sobre sí misma.
Los actores de voz son ‘camaleones’ entrenados y pueden volverse transparentes ante la audiencia para lograr que la verdadera estrella sea el producto que anuncian.
Errores de un locutor de radio
Estando en Bogotá, un amigo publicista que me conocía desde que yo trabajaba en Medellín me citó a grabar unos comerciales para una reconocida marca internacional de chocolates.
Llegué al estudio, me entregaron los libretos y grabé mi voz, con mi estilo tradicional. Inmediatamente vi la cara de la productora, quien sabía que me habían dado el contrato por amistad y no por mi talento de actor de voz.
Ella, sabiendo que aunque no le gustaba mi locución tendría que aceptarla por ser una orden de su jefe, no tuvo reparo en dejar abierto el talk-back para que yo escuchara en la cabina de locución la lapidaria frase de “tiene más emoción una carrera de caracoles…”.
Y tenía razón…
Y es que hay muchas trampas en las que podemos caer los locutores de radio cuando no hemos recibido capacitación como actores de doblaje, así seamos reconocidos o tengamos una buena voz. Algunas de esas trampas son:
- Procurar que nuestra voz sea más importante que el producto o servicio que anunciamos. En lugar de estar «enamorados» del producto o del oyente, estamos enamorados de nuestra voz. Caemos en la trampa del ego.
- Nuestro rango puede ser limitado y es posible que tengamos dificultades al momento de ser dirigidos por un productor.
- Puede resultarnos difícil conectarnos con la audiencia.
Ventajas de un locutor de radio
Pero no todo es negativo, e indudablemente alguien que haya hecho radio puede llegar a convertirse en un gran actor de doblaje. Algunas de las características que nos han hecho exitosos en radio pueden ser muy beneficiosas para la locución comercial, como por ejemplo:
- Los de radio generalmente sabemos manejar muy bien los tiempos.
- Nuestro estilo puede ser muy atractivo para promociones, concursos y ofertas especiales.
- Tenemos una gran resistencia y consistencia para narraciones de formato largo y de e-learning.
- La energía de nuestra voz puede ser valiosa para promos de televisión, anuncios políticos y, por supuesto, frases de identificación y promoción de la radio.
- Generalmente tenemos una buena dicción, lo que es útil para muchos tipos de locuciones, entre ellas las de las grabaciones de contestadoras telefónicas y narraciones en documentales médicos.
- Tenemos experiencia en grabar rápido y de manera eficiente.
- En nuestro oficio de radio no son tan comunes las ‘caídas’. Somos eficientes al grabar y, por lo general, podemos manejar pronunciaciones difíciles sin problemas.
- También tendemos a tener excelentes conocimientos de manejo de grabación y edición en nuestros estudios caseros, ya que aprender a producir audio es parte de la mayoría de nuestro trabajos en radio.
- Realmente sabemos cómo trabajar y usar un micrófono.
Cómo pasar de la radio a la actuación de voz
¿Cómo se vuelve a capacitar alguien, o qué reentrenamiento necesita recibir para perder el estilo de presentación de un locutor? Para ello hay varias opciones, pero hay que entender que se requiere mucho profesionalismo y algo de inversión económica.
Armando Plata Camacho es uno de los íconos de la radio y la televisión de Colombia, con más de 5 décadas de vigencia.
Ha sido animador y presentador de programas musicales y periodísticos; director de Caracol Radio y CNN Radio Noticias; voz de identificación de Discovery Channel, TNT, TBS y de muchas corporaciones estadounidenses, y actualmente es el presidente de la Asociación Colombiana de Locutores.
El señor Plata viene de la radio, y ha tenido que hacer un gran esfuerzo para dejar de lado su estilo tradicional y acomodarse a los requerimientos actuales de los actores de voz.
De hecho, viene produciendo un programa sindicado de radio llamado ‘Global Hits’, que se emite por más de 600 emisoras en todo el mundo.
Aunque comenzó a realizarlo con el estilo de locución por el que se volvió famoso durante más de 50 años, supo despojarse de su ego y, a sus más de 60 años de edad, no dudó ni un instante en hacer un curso de locución en México para presentar el programa de una manera más actual, contemporánea, fresca y atractiva para el público joven.
Por eso, algunas de las recomendaciones claves para quien desee pasar de la radio a la locución comercial pueden ser las siguientes:
- Tome clases que se centren en la actuación de voz y compleméntelas con capacitación en actuación e improvisación.
- Trabaje con un entrenador de voz.
- Acompáñese de alguien que sepa escucharlo de manera objetiva. Alguien que pueda criticar su trabajo de forma constructiva.
- Estudie a los grandes actores que hacen doblaje. Escúchelos con atención. Mire los créditos que aparecen en plataformas como Netflix y busque la forma como se desempeñan en diferentes series y películas.
- Estudie a los grandes profesionales de la publicidad como John Caples, David Oglivy, Victor Schwab, Eugene Schwartz y Claude Hopkins, entre otros, quienes han escrito excelentes libros.
- Pida en las agencias y estudios de producción copias de los textos para estudiarlos, para entender la forma como los profesionales redactan y la intención de lo que quieren decir.
- Recuerde y entienda que, como actor de voz, usted no estará en el negocio de la locución, de la radio ni de los medios en general sino en el negocio de la publicidad. Eso es algo que pocos entienden, pero que le da una nueva perspectiva a su trabajo.
Conclusión
¿Puede alguien de radio hacer una transición exitosa a actor de doblaje? ¡Claro que sí! Muchos lo han hecho, y de manera muy exitosa.
Ahora, y como lo dije arriba, para ello se necesita mucho trabajo duro y determinación, una mente abierta y amor por el cliente.
Rodéese de personas que puedan ayudarlo a convertirse en actor, use las habilidades que tiene y aprenda todo lo que pueda sobre la actuación de voz. Puede ser una carrera divertida y lucrativa, pero recuerde que tendrá que asumir algunos costos.
La inversión vale la pena.