En los últimos años se ha sabido que el número de emisoras piratas ha ido en crecimiento y ante ellos los órganos reguladores de cada país está imponiendo sanciones más estrictas, ya que esta actividad es considerada de alto riesgo para la población, porque se transmite desde la clandestinidad, lo cual significa que los mensajes no están regulados y que evidentemente la calidad de la emisora puede verse comprometida por un grupo de amateurs detrás de la consola y los micrófonos.
Un punto bastante importante del porqué una emisora pirata es peligrosa, es porque la potencia de las señales no está cuantificada y al esto no realizarse con ingenieros dedicados a la industria, puede llegar a pasar que esas transmisiones afecten las radios que utilizan los aviones que están próximos a despegar o aterrizar, con lo cual podrían pasar graves accidentes.
La primera gran diferencia entre una emisora oficial y una pirata es que la primera cuenta con todos los permisos para operar y además tiene una reglamentación técnica sobre la potencia en la cual debe transmitir, mientras que la segunda no cuenta con permisos y menos ha cuantificado su potencia.
La segunda diferencia son los mensajes transmitidos; evidentemente en las emisoras oficiales se tienen que apegar a las temáticas socialmente correctas y a transmitir contenidos no ofensivos ni nocivos para la población, mientras que se han encontrado estaciones piratas de sectas satánicas o con mensajes violentos, suicidas o que incitan a protestas, marchas y demás.
En tercer lugar podemos hablar de la calidad de las transmisiones. En una gran mayoría de las estaciones oficiales se cuenta con los recursos mínimos para lograr buenas emisiones, como cabinas, ingenieros, consolas, micrófonos; sin embargo, en las emisoras piratas esto puede faltar con regularidad por lo cual cuentan con espacios muertos, mala ecualización, sonido viciado y demás errores técnicos. Está por demás decir que no tienen licencias para la transmisión de música.
En cuarta posición podemos hablar del lugar en el dial. Las emisoras oficiales regularmente tienen un rango de alcance en el cual suenan nítidas y con calidad, mientras que las emisoras piratas suelen tener interferencia muy comúnmente debido a que la mayoría transmitían con baja frecuencia. Estas segundas mencionadas no tienen un espacio en el dial, por lo que invaden el lugar de otras emisoras o se cuelan en espacios sin transmisiones.
Resulta importante señalar que no todas las emisoras piratas transmiten mensajes nocivos, muchas son manejadas por apasionados de la radio que sólo quieren dar a conocer su concepto y no cuentan con los recursos para hacerlo de manera oficial y regulada, aún con ello, están cometiendo una falta a la ley, por lo cual, deben ser sancionados.
Ahora sí tienes las herramientas básicas para identificar a las emisoras piratas. ¡Denúncialas ante los órganos reguladores!