Julie Chadwick explica que hace un tiempo visitó una cadena de librerías muy concurrida, que, irónicamente, se suponía sería obsoleta, y expresó que le sorprendió gratamente ver un área completa de la tienda dedicada a discos de vinilo y tocadiscos portátiles.
En ese momento decidió llevar rápidamente a su hija de 16 años y le mostró por qué el vinilo era tan divertido: ¡La obra de arte! ¡La primicia interna! ¡Los lados B! Todas esas gemas ocultas que ofrece la cubierta del disco que no se pueden traducir digitalmente.
Para el consumidor, la atracción por el vinilo radica en la narración de historias que se encuentra en la cubierta del álbum. Descubres aventuras sobre la música; podrás ver qué canción inspira la portada del álbum, ver varias fotos de la banda, así como otras narrativas que la hacen personal.
La radio también puede ser personal. Es nuestra capacidad de interactuar con nuestros oyentes, tenemos la inteligencia de insertarnos en la vida cotidiana de la audiencia, se les brinda entretenimiento e inspiración a través de programas matutinos en vivo, solicitudes de música de línea de texto, obsequios promocionales y más.
Y es que a pesar de que en la era digital existen aplicaciones para escuchar la radio, es importante tener presente la radio tradicional.
La radio ha evolucionado, pero las radios que actualmente se venden no son simples radios, son como la navaja suiza, tienen capacidades de carga solar y una máquina de movimiento. De igual forma el clima cambia rápidamente, y es importante saber que puedes sintonizar tu radio para obtener información actualizada sobre el clima y fuentes locales, especialmente si se encuentra en la naturaleza.
Y es que una radio tradicional siempre tendrá diferentes beneficios, como los ya mencionados, pero de igual forma es importante ser flexibles en la visión que se tiene y continuar con plataformas para encontrar nuevos oyentes.
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Julie Chadwick a través de Radio Ink.
