¿Sabes cómo las marcas que han perdurado por años en el mercado y que son realmente reconocidas han logrado realmente crear un impacto? Con marketing, fortaleciendo en todo momento el posicionamiento, con acciones congruentes y relevantes, con atención a su público y cuidando no dañar el ADN del bien o servicio en ningún momento. Esto aplica para los productos de cualquier industria, ya sea la de alimentos, farmacéutica o la del entretenimiento, justamente en donde entra la radiodifusión.
Ahora, seguramente en tu experiencia en la radio has escuchado en múltiples ocasiones a algunas frecuencias que cada dos años estrenan concepto al aire, ya que los pasados no funcionan por alguna u otra razón. Justo estos lanzamientos constantes de nuevos proyectos son parte del problema, y no de la solución como se cree, pero, ¿Por qué?
Según Jay Nachlis: “Como siempre, los oyentes eligen estaciones en función de la necesidad que satisface la marca, una elección que a menudo se basa en las percepciones construidas a lo largo del tiempo. Esto puede ser aún más notorio en momentos como este, cuando muchos oyentes confían en la radio para comunicarse.
No puede esperar que las estaciones que permanecen en un formato durante períodos cortos de tiempo puedan generar percepciones de marca profundas y duraderas que influyan en el comportamiento”. Esto significa que las emisoras que duran uno o dos años en el mercado, realmente apenas han empezado a construir de manera sólida su identidad corporativa, por lo que la conexión con los oyentes tarda en llegar; en este mismo sentido entonces ¿Qué sucede si a las personas les cambias una y otra vez el formato y la emisora de radio que se transmite en esa frecuencia? En definitiva llega una tremenda DESCONEXIÓN.
Una marca de radio es análoga con un iceberg, aparentemente todo lo que se ve y se percibe está en la punta y puede parecer muy sencillo de posicionar en la mente del radioescucha, sin embargo, toda la parte que está debajo del agua, es un trabajo de branding que constantemente se está desarrollando y que tiene mucho que ver con el formato de la emisora y las maneras que ésta tiene para comunicarse al aire con su público.
Pongamos un ejemplo de una marca tradicional que por años ha estado en el mercado, Bimbo, la cual ha construido su personalidad con características como, familia, sabor, frescura, hogar, etc. Esta imagen sólo la ha podido construir y reforzar a lo largo de más de 70 años en el mercado. ¿Qué hubiera pasado si la compañía hubiera cambiado su giro a los dos años, justo cuando la gente comenzaba a tomarla en cuenta? En definitiva ni la vieja marca, ni la nueva tendría posibilidades de ser recordadas.
Las marcas de radio junto con sus formatos son entes vivos, que se van modificando a lo largo del tiempo, pero de manera congruente, para no causar disonancia cognoscitiva entre sus consumidores. ¡Mucho ojo!
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Jay Nachlis a través de Coleman Insights.
