El lunes pasado las principales redes sociales del mundo colapsaron y dejaron de funcionar por más de seis horas; nos referimos a Facebook, Instagram y la red de comunicación instantánea más importante de América y el mundo, WhatsApp. Según reportó el Director General de estas plataformas, Mark Zuckerberg, esta gran falla a nivel mundial se debió a errores en el mantenimiento de los servidores, y no a un ataque cibernético como se había pensado.
La caída de esta compañía por unas horas simbolizó una pérdida de 6 mil millones de dólares, mientras que el precio de las acciones disminuyó 5%. Sin embargo, de cierto modo todos estamos expuestos a algunos tipos de errores propios de nuestras industrias, en el caso de la radio pudo haber pasado un ataque cibernético, mal clima, caída de antenas de transmisión, falta de luz, entre muchas otras.
En este caso en particular en donde las redes sociales dejaron de funcionar, la radio tomó un papel preponderante, ya que muchas personas encendieron el dial para redescubrir AM/FM, dándose cuenta que las transmisiones seguían ahí, intactas, y listas para ofrecer la mejor música, y los contenidos de calidad que regularmente se transmiten.
Justo por ello la radio continúa siendo uno de los medios con mayor penetración a nivel mundial, llegando al 89% de la población semanalmente, ya que siempre está cuando las personas más lo necesitan. Por ejemplo, en los sismos de México en 1985 y 2017, este medio se mantuvo al aire para informarle a la gente en tiempo real qué estaba pasando y cómo se podía ayudar. Otro ejemplo sería la pandemia, ya que las transmisiones continuaron 24/7; aún a pesar que mucha gente tuvo que permanecer en casa, los locutores se mantuvieron dando lo mejor de sí.
Justamente queremos tocar un punto periférico a este tema; sí la radio siempre está, pero ¿Cómo vamos a reaccionar el día que se nos presente un problema técnico de tal índole? Es importante que como emisoras de radio siempre tengamos manuales de acción ante este tipo de situaciones, en donde se especifiqué qué haríamos ante eventualidades. El punto central de esto es que los bomberazos sean lo más llevaderos posibles para actuar con diligencia y no sin saber qué hacer.
Si no has escarmentado en cabeza ajena, te sugerimos voltear tu mirada al segundo párrafo en donde vienen las pérdidas millonarias que este tipo de inconvenientes pueden causar. Sabemos que las emisoras de radio casi no manejan cantidades monetarias tan altas, aun así, esos errores o eventualidades pueden llevarte a perder algunos cuantos cientos de dólares de anunciantes que van a inconformarse al no ver su pauta al aire.
¡Tomemos acciones previsoras en la radio!