– Hijo mío, me están saliendo muy caros tus estudios.
– ¡Y eso que ni estudio!
– Amiga, ¿cómo te ha ido en tu matrimonio?
– Mal amiga, todos los fines de semana mi marido anda en bares y discotecas
– ¿Fiestero el hombre?
– No que va, buscándome, es muy celoso.
– Papá, ¿por qué te casaste con mamá?
– Tú tampoco puedes entenderlo, ¿verdad?
– Oye, ¿me prestas 10,000 pesos?
– Bueno, vale, pero con la condición de que no te los quedes mucho tiempo.
– ¡Ah! Por eso no te preocupes, en una hora ya no los tengo.
– Papá, ¿cómo se sabe que una persona está borracha?
– Pues fácil hijo, ¿ves esos dos hombres que vienen por ahí? Si yo estuviera borracho vería cuatro.
– Papá, ¡Si sólo viene uno!