– ¿Y quién tuvo la culpa de tu separación?
– Evidentemente mi marido, que volvió dos días antes del viaje de negocios.
¿En qué se parece el pedo al celular?… En que al momento que suena, nadie sabe de quién es.
– ¿Estas manzanas son francesas o americanas?
– Perdone Señora, pero usted piensa comerlas o platicar con ellas.
– ¿Por qué no fuiste al entierro de Juan?
– ¿Cómo iba a ir si él no va a ir al mío?
– Doctor, doctor, todo el mundo me ignora.
– El siguiente.