La radio es una profesión digna, que informa, educa y entretiene a mucha gente. Antes de menospreciarla, piense un poco lo que nos va a decir…
Me encanta hacer radio. He vivido de ella por más de 40 años. De hecho, ya estoy pensionado y sigo trabajando en ella simplemente porque la amo.
Pero eso no quiere decir que, aunque disfrute de mi trabajo, tenga que regalarlo. Y aunque parece ser una profesión sencilla y fácil de hacer, la verdad es que son pocos los que han logrado hacer una vida exitosa con ella.
Por esta razón, con todo cariño le pido que la próxima vez que hable con una persona que trabaja en radio, evite algunas de estas frases, que nos parecen molestas y hasta ofensivas:
- “¡Qué suerte la tuya! Te pagan sólo por hablar…”
Pues sí… Vivo agradecido todos los días por tener un trabajo tan único y divertido. Sin embargo, para conseguir un trabajo como el mío se necesita mucho más que «suerte», y para mantenerlo se necesita mucho más que simplemente “hablar».
- “Yo podría hacer mi propio programa de radio…”
Pues yo podría haber sido ingeniero electrónico… pero luego me di cuenta de que no era bueno para las matemáticas. Al igual que para cualquier trabajo, ser locutor requiere de ciertas habilidades, un buen nivel de entrenamiento y mucha pasión.
Suponer que usted, de buenas a primeras, podría simplemente sentarse y hacer un buen programa de radio de forma profesional, sin haberlo estudiado y practicado con anterioridad, es insultante y una muestra de ignorancia.
- “¿Cuánto ganas?”
En algunas culturas la gente no teme revelar su salario, pero en la nuestra, hacer esta pregunta es considerado algo grosero, no importa a qué se dedique una persona. Usted no gana nada con saber cuánto me gano… y no, la gente de radio no gana todo el dinero que usted supone, pero tampoco somos tan pobres como algunos creen.
- “¿Me puedes regalar entradas para el concierto de (cualquier artista)?”
Contrario a lo que mucha gente cree, a la gente de radio no le andan regalando boletas para los diferentes espectáculos que se presentan en la ciudad.
Es cierto: las emisoras se la pasan regalando entradas a diferentes espectáculos, incluidos los conciertos, pero, por lo general, esos tiquetes se entregan a la empresa como parte de un intercambio comercial, y son usados en concursos o para relaciones públicas.
De hecho, son muchos los conciertos que me he perdido esperando a ver si alguien se digna invitarme…
- “Entonces, ¿estás tratando de convertirte en el nuevo Eugenio Derbez?”
Pues, no. Solo hay un Eugenio Derbez. Yo realmente estoy tratando de trabajar duro y de ser exitoso por lo que yo hago y para que me reconozcan por mi propio estilo.
- “¿Y cuál es tu ‘Plan B’?”
No sé… ¿vender hamburguesas en un McDonald’s…? Mentiras, solo trato de ser irónico. Esta es mi profesión. He luchado por ella y sé que lo hago bien. Si te parece que no es lo suficientemente importante o si te hace sentir incómodo que yo haya decidido asumir ciertos riesgos y desafíos para tener éxito y hacer algo que amo, lo lamento. Esta es mi vida, y la amo.
- “¿Por qué no sales en TV?”
La televisión es increíble. Y lo que yo hago, también. Son medios completamente distintos y cada uno requiere un conjunto de habilidades diferentes y especializadas, aunque algunas se entrelazan.
Pero, por favor: no asuma que todos los que trabajamos en radio queremos estar en televisión. Muchos trabajamos toda una vida para perfeccionar nuestro trabajo y, lo mejor, no tenemos que maquillarnos ni lucir sonrisas falsas todos los días ante el público…
- “Qué pena contigo, pero yo nunca escucho radio”
Si lo dices para ofenderme, no lo lograrás. Yo nunca voy a fútbol, y no creo que un jugador o un árbitro se moleste por ello. Nunca he contratado un arquitecto ni me han enyesado una pierna por una fractura, y con eso no ofendo a nadie.
Ahora, si queremos ser francos, te apuesto lo que quieras a que sí has escuchado radio, incluso en los últimos días…
- “La radio es una industria moribunda”
La radio ha sufrido cambios drásticos en los últimos años. Cada vez hay menos oportunidades de trabajo, los sueldos hoy en día no son tan altos, como antes, y es difícil encontrar buenos talentos. Además, la tecnología nos presenta nuevos retos todos los días.
Pero si uno tiene talento, trabaja duro y con dedicación, todavía hay grandes oportunidades para ser tan feliz y rico como una persona en cualquiera otra profesión.
- “¿Podrías animar mi evento de forma gratuita? Son solo unas pocas horas…”
Aparte de los eventos de caridad, asumir que yo siempre debería hacer mi trabajo gratis es esencialmente decir que mi trabajo y mi tiempo no tienen ningún valor real. Si es tan fácil y no hay problemas con el tiempo, ¿por qué no lo animas tú mismo?
- “¿Puedes mencionar mi negocio al aire?”
Eso es ilegal. No solo podría yo perder mi trabajo sino que me estás pidiendo que haga gratis algo por lo que a mí me pagan.
Las empresas me pagan dinero para hablar de ellas. De ese pago, a mí me toca una parte, al vendedor otra y el resto es para la empresa. De la publicidad viven los medios de comunicación. Si quieres te puedo conectar con un ejecutivo, quien te dará un buen precio para tu anuncio.
Conclusión
Para muchos, estar en un medio de comunicación es algo glamoroso y se convierte en la puerta de entrada al mundo de la fama. Sin embargo, por lo general, la radio es una profesión como cualquiera otra.
Alguien usa su cerebro para manejar las matemáticas. Otro usa sus destrezas para diseñar una máquina. Alguien más será capaz de convencer a otro a que compre un carro de segunda mano.
Nuestra profesión es entretener al público y promocionar los productos que lanzan los anunciantes. Y eso tiene un valor. Gracias por respetarnos.