Este texto está basado y ha tomado como fuentes de consulta algunas publicaciones que se han hecho entre el diario El Financiero y el sitio web Letras Libres.
Cierta parte de la población Latinoamericana, por lo regular busca comparar su estilo de vida con el de los países del norte de Europa, en los que es sabido que el nivel de calidad de vida es mayor, puesto que los empleos son mejores pagados, los poblados son más pequeños, las familias suelen tener menos hijos, etc. Una serie de factores contextuales, geográficos, educativos, políticos, que en efecto nos hacen muy diferentes como Latinoamericanos.
Sin embargo hoy en día, la industria de la radio en Latinoamérica es un medio que agradece que no seamos Noruega actualmente. Se han hecho diversas investigaciones y sólo el 6% de la población del país Europeo sigue escuchando la radio convencional. En comparación con una encuesta que publicó el Instituto Federal de Telecomunicaciones en México hace dos años, mostraban que al menos el 62% de los mexicanos contaban con un aparato de radiotransmisión en casa.
También diversas investigaciones más recientes, han arrojado que los hábitos de consumo de radio de las personas en Latinoamérica han cambiado, sin embargo, sigue consolidándose como un medio en el que la gente confía, un medio que sigue dándole de comer a miles de familias que se dedican a esta noble actividad y que a su vez es compañero de vida de muchas otras durante trayectos a oficinas, escuelas, o como medio de fondo mientras se desarrolla cualquier otra actividad.
Si bien es cierto que el streaming ha crecido entre los jóvenes, la radio también es un medio que ha tenido un crecimiento constante, debido a que se ha sabido adaptar a las nuevas tendencias tecnológicas, y ha sabido aprovechar las nuevas herramientas como una red para cazar más y nuevos radioescuchas.
Cabe señalar que hace algunos años en Noruega se optó por el salto a la radio digital, en la búsqueda de mejor calidad en las transmisiones, sin embargo, este hecho no fue del todo bueno, ya que se reportaron pérdidas de hasta en un 10% de la audiencia total y hasta 21% menos en la escucha de la estación pública nacional. Esto según información del diario ‘The Guardian’.
Existe otro estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Radio en 2013, en donde se obtuvo que 7 de cada 10 personas escuchaban este medio de comunicación, o sea, se hablaba de un 70% de los mexicanos. Si se considera que en ese año aún no estaba el Streaming en su máximo esplendor, realmente es una cifra más que buena.
Tres años después según la encuesta levantada por el IFT se llega a la conclusión que el 41% de los mexicanos escuchaban radio, sin embargo en ese 2016 el streaming ya estaba en un punto considerablemente alto, por ello la pérdida de audiencias no significó un hecho trágico, ante un nuevo medio que entraba al mercado con tal fuerza que muy probablemente aplastaría a los demás; sin embargo, no fue así.
Este es sólo un ejemplo de cómo el mercado de la radiodifusión se ha mantenido e incluso ha crecido ante las predicciones pesimistas que aseguraban que la radio muy pronto desaparecería.
