– Mi esposo, en la oficina, está como pez en el agua.
– Ah, qué bien. ¿Y qué hace?
– Nada.
La maestra regaña al alumno:
– Pepe, ¿por qué siempre llegas tan tarde?
– Por el cartel, señorita.
– ¿Cartel? ¿Qué cartel?
– El que dice: “Despacio, escuela”.
Suena el teléfono:
– ¿Hola?
– ¡Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz!
– ¿Es su primer hijo?
– No, soy su marido
Era un señor tan pobre, tan pobre, tan pobre… Que no podía ni prestar atención.
– ¡Que curioso! Como te pareces a tu hermano.
– Pero si yo no tengo hermanos.
– Más curioso todavía.