Es el momento de ayudar.
Sabido es que los mexicanos sabemos responder cuando se requiere ayuda después de una catástrofe. Lo vimos tras el sismo de 1985 y lo constatamos cada vez que sucede cualquier contingencia.
Este nuevo sismo no ha sido la excepción: son literalmente miles las personas que se han vertido a las tiendas para comprar lo que se les solicita en los medios, a los centros de acopio a donar desde alimentos y agua y medicinas hasta herramientas: palas, picos, linternas, cascos y guantes.
Son muchísimos los que han acudido, a veces desde sitios alejados a los edificios colapsados a cargar piedras, palear, ayudar a los heridos, controlar el tráfico y más.
Y en todo este esfuerzo solidario y masivo, la radio ha cumplido un papel fundamental. Aquí nadie es ajeno a la tragedia, pues no son solo los conductores, reporteros y analistas de noticias quienes orientan e informan a la población; todo mundo le entra al parejo. Conductores especializados en el área de entretenimiento como Maxine Woodside, Fernanda Familiar, Horacio Villalobos, Martha Debayle y hasta Alfredo Palacios han utilizado sus espacios para ayudar a organizar las ayudas, prevenir a sus escuchas, dar comunicados y, en general, servir a una audiencia preocupada y asustada por este nuevo terremoto cuyas secuelas siguen y seguirán por mucho tiempo.
Y es que sí, la labor de los comunicadores es, justamente, comunicar. Pero la gente de la radio se sabe cercana a su audiencia y hoy han decidido salir a las calles o desde sus cabinas contribuir a paliar los efectos de este terrible terremoto.