La mejor celebracion de Independencia.
Aproximadamente a las 9:40 de la noche, mil luces de colores iluminaron el escenario de la enorme Arena T Mobile de Las Vegas Nevada.
Con un espectáculo multicolor empezó la música y momentos más tarde apareció Alejandro Fernández, vistiendo un elegante smoking, combinado de chaqueta blanca y pantalón negro. Entonces dio inicio lo que sería la mejor celebración de la Independencia de México en la ciudad que nunca duerme.
Alejandro interpretó baladas y canciones de amor que corearon sus admiradoras. “Concavo y convexo”, “No lo beses”, “Hoy tengo ganas de ti”, “Me dedique a perderte”, “Si tu supieras”, entre otras, formaron la primera parte de su concierto.
El Potrillo dejó el escenario y sus músicos comenzaron a tocar el “Huapango de Moncayo”, acto seguido aparecieron los mariachis y el lugar parecía caerse entre emocionados gritos y aplausos
Para sorpresa de todos, Alejandro apareció en una tarima a mitad de la arena y cantó lo que para muchos, es el segundo himno Nacional, “Guadalajara”.
Acto seguido llegó el momento más emocionante de la noche, el tradicional grito, al término de éste miles de serpentinas y papelitos con los colores verde, blanco y rojo, llenaron la Arena T Mobile, mientras Alejandro, visiblemente emocionado, cantaba “México lindo y querido” al compás del mariachi.
Luego regresó al escenario principal para interpretar sus éxitos en el género ranchero. “Matalas”, “Que seas feliz”, “Abrázame”, por mencionar algunas.
Uno de los momentos en los que el animado público ovacionó al Potrillo fue cuando interpretó un popurrí en honor a Juan Gabriel. La gente coreó las canciones del Divo de Juárez con enorme emoción.
La fiesta continuó, Alejandro Fernández deleitó a sus seguidoras con canciones como “Loco”, “Cascos ligeros”, “Sin tantita pena” y “Como quien pierde una estrella”. Cabe mencionar que Alejandro fue verdaderamente innovador al incluir el piano junto a la música de mariachi, con un resultado extraordinario. Jorge Estrada, su pianista por más de veinte años, le da ese toque tan especial.
Antes de despedirse, Alejandro agradeció que el público lo haya preferido entre los demás espectáculos de esta importante fecha.
Alejandro cerró su concierto con un popurrí de Vicente Fernández, que fue celebrado con gritos y aplausos de un público que para entonces estaba eufórico.
Casi 35 canciones, incluyendo los popurrís, fueron el repertorio de este concierto que sin duda tiene un gran significado para la comunidad mexicana, no solo por los momentos difíciles que viven en los Estados Unidos, sino que desde el exilio, estas son fechas que llenan de orgullo y nostalgia.